Periodistas atrapados en hotel libio, esperan "negociar" su salida
En sus días felices, el hotel Rixos en Trípoli se jactó de ser "un privilegio" para los huéspedes. Había envió de flores y toallas a sus habitaciones, además de un Porsche y un Jaguar, incluso helicópteros, a su disposición en cualquier momento.
Pero por la noche del martes, los huéspedes que permanecen en el hotel de lujo en la capital libia son otros.
Alrededor de 35 periodistas que fueron aceptados en el país del norte de África para cubrir el conflicto se encuentran ahora atrapados en el hotel por quinto día consecutivo. Hombres armados leales a Gadhafi hacen un anillo perimetral cerca del hotel y patrullan sus pasillos, lo cual les impide salir. Es por su propia seguridad, dicen los guardias.
Así que, mientras se recrudece la batalla por el control de Trípoli entre las fuerzas a favor del régimen y los rebeldes, estos periodistas no pueden hacer mucho más que sentarse y esperar.
Sin aire acondicionado ni electricidad, caminan por los pasillos con el brillo de la luz de las velas para guiarlos. Pinturas gigantes del líder libio Moammar Gadhafi miran hacia ellos desde las paredes del hotel.
"La preocupación que tenemos ahora es que parece que estamos en una de las pocas zonas restantes del territorio de Libia que sigue controlada por las fuerzas de Gadhafi", dijo Matthew Chance, periodista de CNN. "Y así estamos muy ansiosos por lo que podría suceder en este hotel en las próximas horas".
Los periodistas pasan sus días con los cascos y chalecos antibalas. Por la noche, duermen con sábanas en los pasillos para evitar los fragmentos de vidrio de las ventanas destrozadas por los disparos.
"Esta no es una posición cómoda, pero todos están de buen humor", escribió el corresponsal de la BBC, Matthew Price.
Hay posibilidad de que los periodistas pudieran "negociar una salida", pero no han podido hacerlo. El gobierno maltés dijo que un barco está atracado en un puerto de Libia, con espacio suficiente para los periodistas.
Los periodistas han puesto sábanas blancas desde los balcones del piso superior del hotel. En grandes letras de color negro han pintado la palabra "televisión" en la que no dejan duda de que son observadores imparciales en el conflicto.
El hotel ha sido la central aprobada por el régimen para los periodistas internacionales y decenas de funcionarios del gobierno que se trasladaron con sus familias durante la guerra civil.
En marzo, una mujer, Eman al-Obeidy, irrumpió en el hotel llorando mientras los periodistas estaban desayunando y dijo que las fuerzas de Gadhafi la habían violado.
En mayo, Gadhafi hizo una aparición sorpresa para celebrar una reunión con los líderes tribales.