Un estudio de EU en Guatemala dejó al menos 83 muertos: investigación
Los experimentos médicos que realizaron científicos estadounidenses que inocularon sífilis y gonorrea a miles de personas en Guatemala en la década del 40 pudieron ser la causa de más de 80 muertes, informó este una comisión tras nueve meses de investigación.
"Creemos que hubo 83 muertos, no sabemos hasta qué punto estas muertes estuvieron directa o indirectamente relacionadas con estos experimentos", dijo el científico Stephen Hauser, durante la sexta reunión de la Comisión Presidencial para el Estudio de Asuntos de Bioética estadounidense en Washington.
La comisión concluyó que los investigadores no informaron a los inoculados y expusieron deliberadamente a unos 5,500 individuos muy vulnerables, como niños, pacientes en instituciones mensajes, prisioneros y trabajadores sexuales.
Dichas personas fueron divididas y se les practicaron dos tipos de estudio, uno que tomó sangre y otros fluidos, y el otro, compuesto por unas 1,300 personas, al que se expuso e infectó a los participantes en enfermedades de transmisión sexual.
Los investigadores consistentemente fallaron en actuar en concordancia “con el mínimo respeto a los derechos humanos”, informó la comisión.
De los 1,300 expuestos a enfermedades venéreas, menos de 700 recibieron "algún tipo de tratamiento", según los más de 125,000 documentos analizados por la comisión.
Hauser explicó que el objetivo principal del experimento de inoculación con la gonorrea era "probar la eficacia de una variedad de medidas profilácticas” y entender los cambios en la sangre y en el cuerpo tras la inoculación de la sífilis para determinar si éstos variaban dependiendo de si el contagio provenía de conejos enfermos o de personas infectadas con el patógeno.
La exposición intencionada, que incluyó un total de 50 experimentos distintos con gonorrea y sífilis, se produjo tanto mediante prostitutas infectadas como a través de inyecciones directas.
Estados Unidos pidió disculpas en octubre pasado por realizar dichos experimentos.
El Servicio de Salud Pública de Estados Unidos en la administración de Harry S. Truman (1945-1953) lideró la investigación que tenía como objetivo ver el desarrollo de las enfermedades en periodos prolongados de tiempo, sin ofrecer tratamiento alguno a los infectados.
Las prácticas salieron a la luz gracias a un estudio de la investigadora de la Universidad de Wellesley, Susan Reverby, quien afirma que infectaron a 696 personas, muchas de ellas pacientes internados en instituciones para enfermos mentales.
De acuerdo con el estudio de Reverby, los experimentos trataban de determinar si la penicilina podía prevenir, y no solo curar, una infección de sífilis.
Tras darse a conocer el caso, un grupo de alrededor de 700 guatemaltecos demandó al gobierno de Estados Unidos en marzo pasado por haberlos infectado intencionalmente con sífilis.