Los rebeldes libios fijan el sábado como límite para seguidores de Gadhafi
El jefe del consejo interino de Libia fijó el próximo sábado como el ultimátum para que los leales a Moammar Gadhafi se rindan o enfrenten duras batallas militares.
Mustafa Abdul Jalil, jefe del Consejo de Transición Nacional (NTC por sus siglas en inglés), dijo a reporteros este martes que los rebeldes se encuentran en negociaciones con líderes tribales y que esperan que para el fin de las fiestas de Eid, los leales a Gadhafi se rindan en lugares como Sirte, pueblo natal del líder libio.
Jalil afirmó que los rebeldes esperan “evitar más derramamiento de sangre y más destrucción y daño”.
“Pero en el fin”, afirmó, “se podría decidir militarmente. Espero que no sea el caso”.
Mientras continúan los combates por el último bastión de Gadhafi, la ubicación del hombre fuerte aún es desconocida. Miembros de su familia, incluida su esposa Safia, dos hijos y una hija, y varios nietos escaparon a Argelia .
Mourad Benmehidi, el embajador de Argelia ante Naciones Unidas, dijo que se les aceptó “por razones humanitarias”.
A diferencia de otros vecinos, Argelia no ha reconocido al Consejo de Transición Nacional, y el gobierno autoritario de la nación tiene mucho que temer con las revoluciones árabes ocurriendo cerca de ellos.
Jalil afirmó este martes que los rebeldes pedirán la extradición de los familiares de Gadhafi. También afirmó que una vez que Libia sea liberada por completo, el país instalará cortes para escuchar las quejas de la gente contra el régimen de Gadhafi.
Los rebeldes avanzaron este martes rumbo a Sirte, situada en la costa del Mediterráneo, entre la capital, Trípoli, y la sede de la oposición, Bengasi.
Los residentes en Trípoli festejaron el fin del Ramadán con disparos al aire, en medio de las noticias de que uno de los hijos más notorios de Gadhafi, Khamis, murió en una batalla con fuerzas rebeldes el domingo por la noche en el noroeste de Libia, entre Tarunah y Bani Walid.
En la capital, algunas tiendas comenzaron a reabrir, y el tráfico regresó mientras comienza a llegar a cuentagotas la ayuda humanitaria. Francia reabrió su embajada este lunes y Gran Bretaña anunció que su personal se prepara para realizar lo mismo.
Sin embargo, la vida está lejos de ser normal: no hay agua y la comida escasea.
En otros lugares, los combates continúan, en un recordatorio de que la guerra en Libia está lejos de terminar.