Documentos revelan vínculos entre agencias de inteligencia de EU y Libia
Documentos incautados en instalaciones de la inteligencia libia han sacado a la luz "relaciones sorprendentemente cercanas" entre la CIA y sus contrapartes del régimen de Gadhafi.
Destaca la cooperación entre las agencis de inteligencia de Libia y occidente luego de que el país terminó su programa de destrucción de armas masivas en 2004. También salen algunos datos sobre el controvertido programa de occidente en el que interrogaba a sospechosos de terrorismo en terceros países.
CNN vio los documentos en la ex oficina de seguridad externa de Libia y recibió material de Human Watch Richts. Son de 2004 y 2005.
CNN encontró un intercambio de información entre las agencias de inteligencia de Libia y el occidente, como la CIA, la MI-6 de Gran Bretaña y el servicio de inteligencia de Canadá.
Por ejemplo, los libios tenían interés en supuestos radicales islámicos involucrados en actividades anti Gadhafi en Canadá, Estados Unidos y Europa. A su vez, Estados Unidos y Gran Brataña estaban interesados en cualquier detalle que Libia pudiera dar sobre Al-Qaeda.
Una parte de la correspondencia se centra en la posibilidad de que Libia diera ayuda a Estados Unidos en Somalia, donde los militantes antiestadounidenses tienen una presencia fuerte. Hubo contacto entre Porter Goss, quien fue director de la CIA a mediados de la década del 2000 y el ex jefe de inteligencia externa, Moussa Koussa.
También han surgido reportes sobre ejeuciones de Libia. Estaban en reportes habituales del Departamento de Estado sobre abuso a prisioneros, en los que abogados en derechos humanos muestran su preocupación sobre esta práctica.
El reporte de 2005 en derechos humanos sobre Libia dice que las “fuerzas de seguridad someten con frecuencia a los detenidos a condiciones crueles, inhumanas o degradantes y les niegan atención médica adecuada, lo que ha llevado a múltiplse muertes”.
Un reporte de The New York Times señala que los documentos sugieren que Estados Unidos “envió a sospechosos de terrorismo en al menos ocho ocasiones para interrogarlos en Libia a pesar de la reputación del país en cuanto a tortura”. El diario asegura que los documentos cubren de 2002 a 2007, “muchos de ellos concentrados a finales de 2003 y 2004”.
CNN vio una carta de la CIA enviada a un funcionario libio el 6 de marzo del 2004 acerca de Abdel Hakim Belhaj, un exjihaidista del Grupo de Lucha Islámico Libio y ahora exmayor de las fuerzas de Gadhafi.
Se refería a la detención del gobernante de Malasia, Abdullah al-Sadiq, Belhaj, nombre de guerra para su ejecución. Un funcionario de la CIA dijo que el hombre y su esposa embarazada fueron puestos en un vuelo comercial desde Kuala Lumpur hasta Malasia, luego a Londres vía Bangkok y finalmente Libia.
“Estamos planeando tomar control del par en Bangkok y ponerlos en nuestro avión para un vuelo a tu país”, escribió el funcionario.
Nic Robertson, corresponsal de CNN, recientemente hizo un perfil de Belhaj. En su juventud, en la década de los ochenta, era uno de los jihaidistas que fue a Afganistán y pronto se convirtió en un comandante.
Tras la caída del Talibán, Balhaj dejó Afganistán y fue arrestado en Malasia en 2004. Tras una seria de interrogatorios de la CIA fue enviado de regreso a Libia y encarcelado.
Belhaj fue liberado de la conocida prisión Abu Salim el año pasado. Él y docenas de combatientes más negociaron con el régimen de Gadhafi su libertad a cambio de denunciar a Al-Qaeda y su filosofía.
Fran Townsend, analista de contraterrorismo de CNN, y quien trabajó para el presidente George W. Bush, dijo que cuando se transfiriere a los sospechosos a cualquier país, no solo a Libia, los funcionarios de EU piden al gobierno garantías de que no violará los derechos humanos de las personas.
También supervisan el proceso de encarcelamiento e interrogatorio para asegurarse de que el prisionario no fue víctima de abuso, explicó.
Townsed dij que el MI-6 y los empleados de la CIA trabajaban muy de cerca con la inteligencia de Libia para persuadir a ese país de entregar sus armas de destrucción masiva y para mantener una relación con ese país.
La relación, dijo, no era “de ninguna manera una línea recta; tenía sus altibajos”.
La CIA no hizo comentarios específicos de los reportes sobre las relaciones entre las agencias de inteligencia de Libia y países de occidente.
Pero la vocera de la CIA, Jennifer Youngblood, dijo: “No puede ser una sorpresa que la CIA trabaje con gobierno extranjeros para ayudar a proteger a nuestro país de terrorismo y otras amenazas mortales. Eso es exactamente lo que se espera que hagamos”.
Un funcionario de EU que prefirió no ser identificado dijo que “hay muchos países que desean sacar de las calles a los terroristas que quieren matar a estadounidenses; eso no significa que EU no tenga preocupaciones sobre los derechos humanos y que ignore los procedimientos”.
El funcionario añadió que se necesita dar “contexto”.
“En 2004, Estados Unidos había convencido con éxito al gobierno de Libia de renunciar a su programa de armas nuclearres y ayudar a detener a terroristas que tenían en la mira a estadounidenses en el país y fuera de él”, dijo.
La oficina Británica del Extranjero no hizo comentarios al respecto.