Una exposición muestra artículos de los ataques terroristas del 11-S
Celulares y localizadores, motores de avión, una puerta de un auto de policía, la cartera de una señora y tarjetas de crédito. Esos artículos sobrevivieron cuando los terroristas impactaron dos aviones contra las torres del World Trade Center en los ataques del 11 de septiembre .
El Newseum en Washington, D.C., está expandiendo su exposición del FBI con un nueva muestra de artículos del 11-S y otras piezas terroristas que nunca antes habían sido exhibidas ante el público.
La guerra contra el terror: el nuevo enfoque del FBI abrió el viernes con tiempo para el décimo aniversario de los ataques del 11-S. El Newseum seleccionó 60 piezas de evidencia que el FBI tenía resguardadas para su uso en juicios, incluyendo enormes partes de un avión que sobrevivieron al impacto contra las torres.
“Creo que las piezas más poderosas aquí son las más personales”, dijo Cathy Trost, directora de desarrollo de exposiciones del Newseum. “Las cosas que la gente puso en sus bolsillos esa mañana sin saber lo que iba a ser un día que cambiaría sus vidas para siempre”.
Quizá, los artículos en exhibición más conmovedores son los que le pertenecían a Ruth McCourt, de New London, Connecticut. McCourt iba a llevar a su hija de 4 años a Disneylandia. Estaban a bordo del vuelo 175 de United, el cual fue el segundo avión en impactarse con el World Trade Center. La cartera de McCourt fue encontrada bajo los escombros, maltratada pero aún intacta. Está en exhibición junto con tres tarjetas de crédito. Una foto de McCourt y Juliana en la playa también se exhibe.
“Muchos familiares quieren asegurarse de que haya exhibiciones públicas porque no quieren que la gente olvide lo que perdieron ese día”, dijo Susan Bennett, vicepresidente del Newseum.
Una muestra de varios celulares y localizadores también es parte de la exposición. “Es muy triste porque las familias, los colegas de la gente que estaba en el World Trade Center no se rindieron”, comentó Bennett. “Siguieron tratando de llamar, llamar y volver a llamar con una rayito de esperanza de que quizás la gente seguía enterrada bajo los escombros o trasladada a algún hospital. Fue muy emocional para los trabajadores de rescate ya que podían escuchar los celulares sonando”.
Fotografías de los 19 secuestradores también están en exhibición con algunos de sus pasaportes. Un mapa de asientos de uno de los vuelos muestra dónde estaban sentandos el líder, Mohamed Atta, y sus coconspiradores, así como una carta que dejaron todos los secuestradores.
El mensaje martirizador de cinco hojas estaba escrito en árabe. Se acompaña con una traducción de la primera página que comienza con las siguientes palabras escalofriantes: “La última noche: 1) Acojan la voluntad de morir y lealtad renovada”.
Trost dijo que el personal del Newseum entrevistó a decenas de agentes del FBI, periodistas y expertos de los ataques del 11-S para brindar una imagen completa de lo que ocurrió ese día y la investigación del FBI subsecuente. “La historia no fue la investigación únicamente, sino también cómo cambió al FBI para siempre”, destacó Trost. “La gran prioridad tras el 11-S era evitar el siguiente ataque”.
Dan McCarron, un funcionario de relaciones públicas del FBI que trabajó en el proyecto del Newmuseum, coincide. “Hay un enfoque en las historias sobre cómo ha cambiado el FBI. Somos más una organización de seguridad nacional, inteligencia basada en amenazas”, destacó. “Y queremos prevenir. Y la manera de prevenir es predecir. Esa es nuestra mentalidad”.
Una pieza clave terrorista que se exhibe involucra al ciudadano británico Richard Reid, conocido como el bombardero del zapato. Reid abordó un vuelo de París a Miami unos días antes de Navidad del 2001. Fue descubierto intentando prender su zapato, el cual contenía explosivos que investigadores del gobierno dijeron podría haber echo caer al avión. El personal del vuelo y pasajeros sometieron a un Reid combatiente.
Los turistas podrán ver sus zapatos, la ropa que llevaba, los cerillos que usó y los restos de las drogas que se utilizaron para sedarlo tras ser capturado. La gente también podrá ver varios cinturones de piel que usaron los pasajeros y el personal del avión para contener al fornido Reid.
McCarron consideró que el caso de Reid demostró que Al-Qaeda cambió su táctica de utilizar a un solo operativo con una bomba en lugar de equipos, los cuales se usaron en los ataques del 11-S.
Y Estados Unidos tuvo que reaccionar al estilo de ataque de Reid para prevenir otro. “El impacto de ese caso se ve ahora en los aeropuertos. Todos se quitan los zapatos”.