Obama rechaza pactos con narcos para alcanzar la paz en México
El presidente estadounidense, Barack Obama, se pronunció este lunes en contra de la propuesta de quienes en México apoyan un arreglo con el crimen organizado, como una salida a la violencia provocada por el narcotráfico.
"Si se compra la paz llegando a un arreglo con gente sin moral y sin respeto a la vida humana, eso no es bueno para una sociedad”, dijo el mandatario en la Casa Blanca, en una mesa redonda con un grupo de periodistas de habla hispana que incluyó a Notimex.
Obama consideró que la lucha contra estos grupos, bajo el gobierno del presidente Felipe Calderón, tiene profundas implicaciones sociales para México.
“El presidente Calderón entiende y está en lo correcto, cuando dice que si los criminales pueden controlar enormes segmentos de la economía y por ello se presentan como parte de la fibra social del país, eso tiene un efecto corrosivo y corruptor en cualquier economía de cualquier sociedad”, dijo Obama.
El mandatario confió en que este razonamiento prevalezca entre la población, dadas sus profundas implicaciones.
“No creo que los mexicanos quieran vivir en una sociedad donde los narcotraficantes sean considerados uno de los sujetos más poderosos en la sociedad”, precisó.
Obama dijo que ha conversado con el presidente Calderón, quien “sufre de ver que este tipo de violencia tiene lugar, y sé que quiere reducirla, pero ha tomado una decisión que comparto y respeto”.
El mandatario dijo que está evaluando una solicitud del Congreso para que la Casa Blanca turne documentos, correos electrónicos y notas de tres altos funcionarios, que tuvieron conocimiento de la operación Rápido y Furioso, que permitió infiltrar armas a México.
“Vamos a ver la petición, mi consejero legal en la Casa Blanca está a cargo de atender estas peticiones de información del Congreso, y no me involucro en los detalles de eso”, dijo al ser cuestionado.
La petición fue hecha por el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el republicano Darrel Issa, y por el senador republicano Charles Grassley, como parte de una ampliación de la pesquisa legislativa sobre la operación.
Los tres funcionarios implicados son el ex director para América del Norte del Consejo Nacional de Seguridad, Kevin O'Reilly; su director para el hemisferio occidental, Dan Restrepo, y el director de terrorismo, Greg Gatjanis.
El presidente de EU reiteró su desconocimiento sobre el controversial programa , mediante el cual la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) permitió el ingreso ilegal de más de dos mil armas a México.
Explicó que los tres funcionarios en cuestión recibieron información en términos generales, sin detalles sobre los alcances que ahora han trascendido.
"Este no es un tema en el que la Casa Blanca tuviera conocimiento de lo que ahora se sabe, fue un problema real de que un comprador pudo llevar esas armas a México", precisó.
Dijo que su gobierno ha respondido ya en varios frentes, primero con una investigación conducida por el Departamento de Justicia, y con cambios recientes en la dirección de la ATF y su oficina en Phoenix.
El procurador general Eric Holder "ha sido claro de que esa decisión no reflejó la política de la administración, por eso es que se han visto cambios", explicó.
A preguntas sobre su resistencia a impulsar que se restablezca la prohibición de la venta de armas de asalto, Obama dijo entender que el control de armas "es sensible en México, y lo que queremos es cooperar" con ese gobierno.
"Vamos a hacer todo lo que podamos ahí, y vamos a continuar explorando una amplia gama de pasos para apoyar lo que el gobierno de México hace", indicó.