Argentina: Madres de Plaza de Mayo, en medio de un escándalo de corrupción
Sergio Schoklender, exapoderado de Madres de Plaza de Mayo, trasladó este viernes al Parlamento argentino el escándalo por corrupción que afecta a la entidad y desató duras críticas de la titular de la organización, Hebe de Bonafini, quien denunció la existencia de "un nido de ratas" en el Congreso.
La comparecencia de Schoklender, a quien un juez investiga por fraude y lavado de dinero con planes de viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, fue convocada por legisladores de la socialdemócrata Unión Cívica Radical, segunda fuerza parlamentaria, y por agrupaciones de centroderecha en discrepancia con el resto de la oposición.
El exapoderado de Madres de Plaza de Mayo , hasta el pasado mayo mano derecha de Hebe de Bonafini, compareció ante las comisiones parlamentarias de Asuntos Constitucionales y de Vivienda, que decidieron celebrar la audiencia a puerta cerrada y sólo permitieron la presencia de la prensa durante unos minutos.
Durante su declaración, según legisladores asistentes, Schoklender insistió en responsabilizar a Bonafini del manejo del capital de la organización, denunció la existencia de cuentas en el extranjero y el desvío de fondos para atender compromisos electorales del oficialismo, e involucró en el escándalo al servicio de inteligencia argentino.
Además, se definió como "la víctima de un sistema perverso que convirtió a la Fundación en una caja del Estado" y volvió a acusar al secretario de Obras Públicas de Argentina, José López, de cobrar sobornos en el manejo de fondos públicos concedidos para el plan Sueños Compartidos, por el que las Madres de Plaza de Mayo construyeron viviendas populares en todo el país.
Mientras Schoklender declaraba ante los legisladores, Hebe de Bonafini aprovechaba su tradicional intervención de los jueves en la Plaza de Mayo para cargar contra su antiguo protegido y descalificar al Parlamento.
"Durante muchos años el Parlamento era nada más que un nido de ratas. Hoy se volvió a dar el nido de ratas. Se abrió y ahí están, las ratas con las víboras", dijo Bonafini, que insistió en acusar a Schoklender de "robar" a la organización que ella preside.
"Nos quieren destruir (...). A la gente no la hemos defraudado, a la gente no le hemos robado, como le robó Schoklender, que les robó las esperanzas, sus sueños y sus sueldos", afirmó.
La comparecencia de Shocklender ha reavivado las diferencias entre las distintas fuerzas parlamentarias, cuando faltan apenas tres días para el inicio de la campaña electoral de las presidenciales del 23 de octubre.
Mientras el oficialismo trata de desacreditar al exapoderado de Madres de Plaza de Mayo, la oposición pide que se investiguen sus denuncias. La organización fue creada para reclamar por los desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983)
Agustín Rossi, que encabeza el grupo de diputados del peronista Frente para la Victoria liderado por la presidenta Cristina Fernández, reiteró que la audiencia parlamentaria es "un circo mediático organizado por la oposición".
El diputado Eduardo Macaluse, de la coalición socialista opositora Frente Amplio Progresista, se mostró contrario a la convocatoria a Schoklender y dijo que éste, al ser un imputado, no puede brindar información "confiable, ni certera, ni precisa".
Patricia Bullrich, de la opositora Coalición Cívica, reivindicó la iniciativa para que Schoklender compareciera en el Parlamento, aunque admitió que el exapoderado no le merece "ninguna credibilidad".
"La Justicia debe darle impulso a la investigación", sostuvo Graciela Camaño, diputada por el peronismo disidente, al dar una rueda de prensa tras la comparecencia de Shoklender.
Camaño dijo que aportarán información a la Justicia, mientras que el diputado radical Hipólito Faustinelli adelantó que Hebe de Bonafini será "invitada" a exponer su punto de vista en el Parlamento.
Schoklender está imputado en la causa abierta por el manejo irregular de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, que se encuentra bajo secreto de sumario ordenado por el juez Norberto Oryarbide, a quien la oposición acusa de alineamiento con el gobierno.