El Ejército de EU abre etapa tras el fin de la "no pregunte, no lo digas"
El Ejército de EU cambia sus reglas este martes y ya permite a los homosexuales y lesbianas servir como soldado abiertamente . Las reacciones van desde los pronósticos pesimistas hasta las grandes celebraciones de los que esperaban que expirara la ley que instaba al silencio: “No pregunte, no lo diga”, en vigor desde el gobierno de Bill Clinton.
En su lugar queda una política diseñada a pasar por alto la orientación sexual . El Pentágono insiste en que la reforma no tendrá impacto negativo en “la disposición militar, efectividad militar, cohesión de la unidad, reclutamiento y retención".
Algunos miembros del Ejército de EU, muchos de los cuales escondieron tanto su identidad como su orientación sexual durante muchos años, no han perdido el tiempo para difundir su identidad sexual. Es el caso del hasta ahora conocido como J.D. Smith, al frente de las presiones para la derogación, como cofundador y codirector de un grupo denominado OutServe, autodenominados la Asociación de Personal Militar GLBT Sirviendo Activamente.
Con las nuevas reglas, su identidad real ya se puede revelar. Se llama Josh Seefried y es un soldado de aviación de una base en Nueva Jersey. Como él, otros 101 miembros en activo declaran abiertamente que son gays en la edición de este martes de la revista de OutServe.
"Por fin nuestro país nos ha aceptado"
“Estamos dando un paso adelante, hacia un nuevo día, hacia una nueva vida,” escribe el sargento Jonathan Mills, del personal de la Fuerza Aérea. “Una vida de apertura, íntegra, de honor Por fin, nuestro país nos ha aceptado, no por a quién amamos o por cómo amamos, sino por lo que somos".
La revista asegura que ese número de su publicación representa sólo una parte de los cerca de 70,000 miembros de la milicia que son lesbianas, homosexuales, bisexuales o transexuales.
A partir de ahora, el libro de Seefried, Nuestro tiempo: Rompiendo el silencio del "no pregunte, no lo digas", se venderá con su nombre real después de publicarse con el seudónimo.
“El libro es verdaderamente importante para mí porque esto se vincula con la gente que encuentra que afuera hay otros militares gays en servicio,” comentó Seefried. “Me acuerdo de un libro que leí cuando estaba en la escuela escrito por un oficial gay del ejército y me dio valor; espero que este libro tenga el mismo efecto".
Seefried reconoce que mucha gente se sorprenderá cuando declare su condición, incluyendo a sus amigos y compañeros de trabajo, y también miles de soldados, quienes pueden aprender algo nuevo de sus compañeros de batalla o colegas. “La gente quedará impactada, pero al menos estarán hablando de esto", dijo Seefried. “Y platicar puede derrumbar barreras".
El proceso de una decisión histórica
Uno de los defensores más vociferantes y activos del cambio, Alex Nicholson, de Servicemembers United, fue dado de baja del ejército en 2002, por la vieja política. “Creo que es una mezcla de pensamientos y sentimientos", aseguró Nicholson en una entrevista telefónica. “Será una reivindicación para las personas que fueron dadas de baja. También un sentimiento de alivio".
Mira hacia atrás, a los discursos que dio por todo el país, a veces enfrentando tal oposición que necesitó protección policial.
“Me siento muy afortunado de haber sido uno de los que estuvieron en los cuartos del Capitolio y en la Casa Blanca y con altos mandos del gobierno”, manifestó Nicholson al recordar el proceso de negociación. El Congreso finalmente votó por derogar la ley el pasado diciembre y el presidente Obama firmo la legislación justo antes de Navidad.
El ejército dice que un abrumador número de fuerzas militares han sido capacitadas para el fin de la "no pregunte, no lo diga".
Uno de los más destacados congresistas que apoyan el cambio, el titular del Comité de Servicios Armados del Senado, Carl Levin, dijo que a partir de ahora miles de estadounidenses podrán servir al país sin ocultar parte de su identidad.
“No tendrán que mentir más con el fin de protegernos", comentó Levin en una declaración dada a conocer por su personal. El final del 'no pregunte, no lo diga' es una victoria importante no sólo para la igualdad, sino para la integridad".
Pero una opositora al cambio desde hace tiempo, Elaine Donnelly, del Centro para el Alistamiento Militar, asegura estar preocupada por que permitir a los gays y lesbianas servir en el ejército conlleve a que muchas tropas leales se salgan de la milicia.
“Debido a las promesas políticas del presidente, el ejército enfrenta fuertes cargas de confusión y tensión que se pudieron evitar", comentó Donnely. “Esto no es algo de lo que el gobierno pueda estar orgulloso".
Insiste en que pueden pasar años antes de que el daño al ejército sea patente en tanto que algunas personas retrasan su salida debido a la debilidad de la economía. No sería prudente el considerar que el reclutamiento, la retención y la moral están aseguradas de forma indefinida, dijo Donnelly.
Llamando a las puertas del cuartel
Servicemember United difundió que 14,346 personas fueron dadas de baja en la política del “no pregunte, no lo diga". Algunos de aquellos están inscribiéndose de nuevo, gracias a las nuevas normas, que les abren una puerta que se les cerró.
Michael Almy fue oficial de la Fuerza Aérea durante 13 años, y ayudó a controlar el espacio aéreo en Iraq, durante algunos de los combates más feroces en la guerra. Desertó en 2006.
“Mi anhelo es volver a ingresar. He hablado con los reclutadores. Empecé a ver ese proceso", dijo Almy. Comenta que nada va a reparar el daño que se hizo a su carrera, después de un intervalo de cinco años.
“Espero por lo menos pueda volver a lo que dejé y reanudar mi carrera, con suerte ser un ejemplo a seguir", dijo Almy. “Porque eso es lo que justo ahora necesitamos; necesitamos ejemplos de gays y lesbianas, oficiales y alistados por igual, que puedan servir de manera honesta y abierta junto con sus contrapartes heterosexuales y mostrar ningún perjuicio ante cualquier misión".
El Servicemembers United de Nicholson avizora viento favorable para todos los involucrados en las semanas y meses venideros. “Creo que la verdadera historia va a ser la historia de ficción”, dijo Nicholson. “Lo que esto va a hacer es normalizar todo lo que ya existe".