Autoridades de Texas eliminan la última cena de condenados a muerte
Autoridades carcelarias de Texas decidieron este jueves eliminar uno de los escasos privilegios que se concedían a los reos sentenciados a muerte en esta entidad: gozar de una última cena en la que podían solicitar sus alimentos preferidos, reportó Notimex.
La medida fue derogada este jueves, luego que un senador estatal criticó el costo de los alimentos que se le sirvieron a Lawrence Russell Brewer, un supremacista blanco ejecutado el pasado 21 de septiembre.
Brewer fue condenado a la pena capital por amarrar a su auto a un afroestadounidense a quien arrastró hasta causarle la muerte en 1998, este fue uno de los más sonados crímenes de odio registrados en Texas en las últimas décadas.
El reo pidió como última cena dos filetes de pollo frito, una hamburguesa triple de carne con tocino y queso, okra frita, medio kilo de barbacoa, tres tacos de fajitas, una pizza, y como postre medio litro de helado y una barra de dulce de crema de cacahuate.
Sin embargo, Brewer decidió no probar bocado, con lo que utilizó la cortesía de la última cena como una última forma de molestar a los guardias y al sistema penitenciario estatal.
La tradición de otorgar al reo una última cortesía antes de ser ejecutado no es exclusiva de Texas, y continúa en la mayoría de las entidades estadounidenses que aplican la pena de muerte.
Estados Unidos aplica la tercera inyección letal en una semana
Un hombre condenado a muerte por el asesinato en 1994 de la empleada de una tienda recibió este jueves la inyección letal en el estado de Alabama y se convirtió en el tercer ejecutado de esta semana en el país.
Derrick Mason, de 37 años y raza negra, fue ejecutado a las 18:49 horas (local) en la prisión de Holman, según confirmaron a la prensa funcionarios del penal.
Sus abogados presentaron este jueves un recurso de última hora ante la Corte Suprema de Estados Unidos para evitar su muerte, pero no prosperó.
Mason, condenado a la pena de muerte por el asesinato en marzo de 1994 de Angela Cagle, de 25 años, durante un robo en una tienda de Huntsville, en Alabama, pidió perdón a la familia de la víctima antes de recibir la inyección letal.
De acuerdo con documentos judiciales, Mason confesó el crimen después de ser arrestado.
Su ejecución fue la quinta del año en Alabama y la número 36 en todo el país.
Además, fue la tercera de la semana en Estados Unidos en medio de la polémica desatada por la muerte de Troy Davis , ejecutado la noche del miércoles en Georgia pese a las dudas sobre su culpabilidad y el rechazo suscitado a nivel mundial.
Este miércoles también fue ejecutado, en Texas, Lawrence Russell Brewer, un racista radical condenado a muerte por el asesinato de un hombre de raza negra.
Con estas tres ejecuciones suman 1,270 las realizadas en los 34 estados de Estados Unidos en los que está vigente la pena de muerte desde 1976, cuando se restableció el castigo tras una moratoria de 10 años.