Los migrantes subsaharianos en Libia buscan escapar de la discriminación
Lejos de Trípoli, lejos de la batalla y muy lejos de cualquier tipo de asistencia, cientos de inmigrantes viven en un puerto abandonado.
Viven en basureros y malas condiciones sanitarias y con miedo de ser confundidos con mercenarios que lucharon a favor del derrocado líder libio Moammar Gadhafi .
En una sartén, hay un pollo cubierto de moscas. Hasta hace poco, sólo había agua salada disponible. Hay historias sombrías de mujeres que fueron arrastradas en medio de la noche para ser violadas por grupos armados.
Un estimado de 1,200 hombres, mujeres y niños han volteado botes de pesca en el puerto de Janzour para construir un campamento improvisado de botes y carpas.
Casi todos ellos son inmigrantes negros de la África subsahariana, quienes se mudaron a Libia desde lugares como Chad, Ghana, Nigeria y Mali, para conseguir empleos casuales o manuales.
Actualmente, su color de piel los ha convertido en blanco del nuevo poder libio que dice que los negros africanos llegaron a Libia para pelear como mercenarios a favor de Gadhafi. Durante la batalla, CNN entrevistó a esos guerreros en varias ocasiones.
Bajo el abrasante calor del día en Libia, esperan en Janzour por ayuda y una salida. Cuando la lucha llegó a Trípoli por primera vez, estos inmigrantes afirman que se trasladaron a la silenciosa zona del puerto que se ubica a unos 15 kilómetros afuera de la capital.
Esperaban que la ayuda llegara a través de Janzour y quizá encontrar una ruta de regreso a casa, o por lo menos una embarcación que los sacara de Libia. Sin embargo, se las tuvieron que arreglar solos. A principios de septiembre llegó la Cruz Roja, junto con agua y jabón.
Asimismo, una mujer dice que ha visto a hombres armados escoger y llevarse a mujeres para violarlas. Otras personas en Janzour contaron historias similares a CNN. Un inmigrante nigeriano comentó: “He perdido todo lo que tenía, todo mi trabajo. No tengo hogar, no tengo dinero. No tengo nada y por eso no puedo regresar, necesito que la ayuda internacional haga algo con esta horrible situación”.
La Cruz Roja Internacional conoce el problema pero no puede prometer una solución. El vocero Souad Messaoudi destacó: “Hemos presentado un reporte con recomendaciones y le recordamos a todas las partes que es muy importante respetar a esta gente y protegerla”. Los africanos inmigrantes de Libia son un legado del gobierno de Gadhafi y sus ambiciones panafricanas, no sólo su desesperada lucha por sobrevivir de este año.
Invirtió millones de dólares en la África subsahariana, pagó gran parte del presupuesto de la Unión Africana y dio la bienvenida a africanos subsaharianos a su país árabe para que trabajaran.
Una quinta parte de los seis millones que conforman la población de Libia son migrantes. Son gente que históricamente no cuenta con raíces en el país, pero que llegó con el beneplácito de Gadhafi. Y esa bienvenida se ha vuelto ahora en su contra.
La ONU y grupos de derechos humanos han reportado ejecuciones sumarias y duros arrestos contra africanos de raza negra. La Organización de Migración Internacional está evacuando a los africanos de raza negra y otros migrantes que desean salir.
En Trípoli, los exsoldados rebeldes del Consejo Nacional de Transición admiten que tienen como prioridad juntar a inmigrantes negros. Muchos son trabajadores civiles que han perdido o no cuentan con documentos oficiales, pero los demás son posibles mercenarios.
Cualquier que sea detenido en los puntos de revisión de las calles de Trípoli es trasladado en primera instancia a un consejo militar local y, posteriormente, a centros de detención en la capital que son dirigidos por la Brigada de Bengasi o la Brigada de Trípoli.
Hamed Isbaq, miembro de las Brigadas de Bengasi en Trípoli, afirmó: “Es posible que recojamos entre 50 y 100 personas diariamente. La gente que ha venido en febrero o después y no cuente con residencia legal, es sometida a una investigación especial”.
Asimismo, admitió que las “pieles negras” tienen las mayores probabilidades de ser levantadas.
Los detenidos que encuentran a algún libio que responda por ellos son liberados. Si el detenido no lo hace, se enfrenta a la posibilidad de un juicio y a un arresto hasta que se lleve a cabo el juicio, en una tierra donde el sistema legal es un desastre.
Cuando CNN visitó el centro, no había señales de malos tratos pero también era claro que la mayoría de los detenidos era gente negra subsahariana. El ejército del CNT nos llevó a ver a seis africanos subsaharianos que estaban detenidos bajo sospecha de ser mercenarios provenientes de Nigeria, Mali y Chad.
Cuatro de ellos fueron liberados más tarde. Los dos restantes se quedaron esperando a conocer su destino. El Consejo Nacional de Transición, el cual está tratando de construir una nueva Libia, ha exhortado a sus guerreros a evitar venganzas.
Grupos de derechos humanos afirman que los migrantes están siendo acosados por el color de su piel, una forma de perfil racial del cual no pueden librarse por los mercenarios de Gadhafi.