El presidente Barack Obama respalda a Holder en caso 'Rápido y Furioso'
El presidente estadounidense Barack Obama dijo que tiene total confianza en su secretario de Justicia, quien se encuentra en medio de la controversia por el controvertido programa Rapido y Furioso.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Obama dijo que Eric Holder ha sido “muy agresivo” con respecto a la investigación por el programa, que permitió a agentes de la Oficina para Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), vender ilegalmente armas que se cree que estaban destinadas a los cárteles mexicanos .
La idea era rastrear a los vendedores y compradores, pero el programa se llenó de controversia luego de que varias de las armas fueran utilizadas para cometer de crímenes a ambos lados de la frontera, lo cual funcionarios mexicanos y críticos en Estados Unidos calificaron como una falla, por agravar el problema del tráfico de armas entre ambos países.
Holder sostiene que se enteró del programa solo unas semanas antes de que testificara en el Congreso, pero la televisora CBS reportó que Holder se enteró mucho tiempo antes, en el 2010. El Departamento de Justicia rechazó el reporte y dijo que está “muy alejado de la realidad”.
“Él (Holder) ha indicado que no estaba al tanto de lo que ocurría con Rápido y Furioso, y ciertamente yo tampoco”, dijo Obama al preguntársele sobre el tema. “Tengo completa confianza en el fiscal Holder y en cómo maneja su oficina”, afirmó.
Durante una conferencia de prensa en junio pasado, Obama se refirió por primera vez al programa, al que consideró como “inapropiado”. Entonces, el presidente estadounidense también dio el espaldarazo a Holder, quien dijo que de haber estado en sus manos, "con seguridad no hubiese" ordenado el controvertido operativo.
El controversial programa estuvo en marcha entre noviembre de 2009 y enero de 2011, y permitió que cientos de armas llegaran a manos del crimen organizado. La idea era que una vez que éstas arribaran a México, se pudieran rastrear hasta el comprador final y así eliminar la red de contrabando entera.
Sin embargo, tuvo efectos colaterales, como el asesinato de Brian Terry, agente de la patrulla fronteriza, fallecido en 2010 por un arma adquirida por una persona que contrabandeó otras 575 a México.
Incluso, algunas armas llegaron al cártel de Sinaloa , uno de los grupos criminales más grandes del país.
El programa es investigado por separado por el Departamento de Justicia, y por una comisión del Congreso estadounidense.