El 'terrorista del día de Navidad' se declara culpable de todos los cargos
Umar Farouk AbdulMutallab , el hombre nigeriano acusado de intentar detonar un dispositivo explosivo en su ropa interior a bordo de un vuelo con destino a Detroit, en la Navidad del 2009, se declaró este miércoles en el tribunal culpable de todos los cargos.
Había sido acusado por cargos que incluyen el intento de uso de un arma de destrucción masiva, conspiración para cometer un acto terrorista y posesión de un arma de fuego o aparato destructivo en apoyo a un acto de violencia.
Anteriormente AbdulMutallab se había declarado inocente por los cargos imputados. El anuncio se produce un día después de que fiscalía concluyera su declaración inicial.
En el 2009, él era un pasajero a bordo del vuelo 253 de Northwest Airlines, proveniente de Holanda y con destino a Detroit, el día de Navidad, un viaje en el que funcionarios de EU dicen que el grupo terrorista Al-Qaeda en la Península Arábiga ayudó a fomentar el intento de atentado.
Jonathan Tukel, jefe de la Unidad de Seguridad Nacional de la Oficina del Procuraduría de EU en el Distrito Este de Michigan, expuso los detalles del vuelo en declaración inicial.
Al señalar a AbdulMutallab, Tukel dijo: “Su única razón de estar en el vuelo 253 era matar a todos los pasajeros y a sí mismo. Pensó que terminaría en el cielo”.
Después de ir varias veces al baño, AbdulMutallab regresó al sanitario aproximadamente una hora antes de que el avión aterrizara, “para purificarse antes de morir”, comentó Tukel.
AbdulMutallab no comió ni bebió en el avión, ayuno que era parte de su ritual de purificación, dijo Tukel. Un testigo declaró que AbdulMutallab estuvo en el baño entre 15 y 20 minutos, lo cual pareció mucho tiempo a los pasajeros, manifestó Tukel.
Cuando AbdulMutallab regresó a su asiento, se puso una frazada en la cabeza, “apretó el émbolo de la bomba y se dispuso a morir”, dijo Tukel. Los pasajeros escucharon un fuerte ruido que sonó como un petardo, comentó Tukel.
AbdulMutallab se vio envuelto llamas, mismas que se extendieron a la pared y las alfombras del avión, sin embargo él seguía en su asiento, “inexpresivo, sin movimiento”, dijo Tukel.
Cuatro pasajeros ayudaron a someterlo e intentaron apagar el fuego, comentó Tukel, y AbdulMutallab fue conducido al área de primera clase. Cuando un sobrecargo le preguntó qué había en sus bolsillos, él dijo “un artefacto explosivo”, comentó Tukel.
Tukel agregó que AbdulMutallab fue muy elocuente y habló con mucha gente, incluyendo algunos en el vuelo y con funcionarios una vez que aterrizaron. La fiscalía también citó a su primer testigo, Michael Zantow, quien estaba en el vuelo una fila detrás de AbdulMutallab.
Zantow, un veterano del ejército desde hace 20 años, estuvo entre los que intentaron contener al acusado.
Un minuto después del fuerte sonido en el avión, un pasajero le dijo a AbdulMutallab, “¡Hey hermano, tus pantalones se están incendiando!”, declaró Zantow.
El pasajero se lo repitió dos o tres veces, y AbdulMutallab no respondió, comentó Zantow.