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Los amigos del sospechoso por el frustrado complot en EU, sorprendidos

Amigos de Manssor Arbabsiar, sospechoso de un complot para asesinar al embajador saudí en EU, muestran sorpresa por su arresto
mié 12 octubre 2011 01:35 PM
EU - Irán - Arabia Saudita - audiencia
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Para un amigo de hace más de 20 años, Manssor Arbabsiar era un hombre al que le gustaba ser llamado “Jack” y que no parecía tener fuertes posturas sobre política o religión.

Para las autoridades de EU, el naturalizado ciudadano estadounidense de 56 años de edad es sospechoso en un presunto complot iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos .

“Fue impactante porque no parecía que él fuera esa clase de persona que hiciera algo así”, comentó Mitchel Hamauei, quien dijo que conoció a Arbabsiar a través de amigos iraníes en común.

“Era un tipo despreocupado, que siempre bromeaba”, dijo Hamauei. “Tenía de verdad una actitud muy feliz”.

Hamauei, que está a cargo de un restaurante de comida árabe en Corpus Christi, Texas, dijo que eran tan cercanos que él asistió a la graduación del hijo de Arbabsiar.

“Conozco a su esposa y su hijo. Son gente muy sensata”, comentó Hamauei.

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Los dos se mantuvieron en contacto, incluso después de que Arbabsiar se mudó a Austin hace unos cuatro o cinco años.

“Lo vi hace como un año. Entró al establecimiento para comer un sandwich”.

Arbabsiar era vendedor de coches usados, señaló Hamauei. Sus conversaciones eran sobre “la vida en general”, dijo. “Nada de religión. Nada de política”.

“Salía y se divertía”, comentó Hamauei. “Hasta donde sé, nunca practicó la religión”.

Martha Guerrero, esposa separada de Arbabsiar, comentó el martes a la estación KVUE, de Austin, Texas, que han “estado separados desde hace mucho tiempo” y que no sabe nada de sus asuntos.

No obstante, cree que es inocente.

“Podré no vivir con él, debido a que estoy separada, pero por más que lo intento no puedo pensar que sería capaz de hacer eso”, dijo Guerrero. “Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, estoy segura de eso, y sé que su inocencia se va a demostrar”.

Dijo que ella y sus hijos “están en este momento en una situación de mucha tensión” y quieren que acabe el calvario. Comentó  que no tienen nada que ver con la situación.

David Tomscha, otro amigo de Arbabsiar en Corpus Christi, dijo a CNN que Arbabsiar viajaba a Irán una vez al año y que tiene propiedades en ese país.

Arbabsiar y Gholam Shakuri, un integrante residente en Irán de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní, están acusados ​​de un complot para asesinar a un funcionario extranjero, conspiración para usar armas de destrucción masiva y conspiración para perpetrar un acto terrorista, dijo el martes el FBI.

Arbabsiar fue arrestado en septiembre. Shakuri sigue prófugo, dijo la agencia.

Los dos estaban en un grupo que comenzó a planear esta trama para asesinar al embajador saudí, Adel Al-Jubeir, comentó el FBI.

Arbabsiar había tenido anteriormente problemas con la ley, pero por infracciones menores.

Los registros públicos muestran tres arrestos de Arbabsiar en los últimos 25 años. Fue condenado a 90 días de prisión por evadir un arresto en 1987, y se declaró “sin respuesta” por un cargo menor en el 2004, después que fue arrestado por conducir con una licencia vencida. Arbabsiar también recibió una multa en el 2007 por ir más de 16 kilómetros sobre el límite de velocidad. Un cargo por robo contra el Arbabsiar fue desestimado en el 2001, informó la filial de CNN, KIII-TV.

Según las imputaciones que ahora enfrenta, Arbabsiar y un informante encubierto trataron del empleo de explosivos para matar al embajador de Arabia Saudita y posiblemente atacar un restaurante atestado de gente, según una declaración jurada del FBI dada a conocer el martes.

El informante fijó en 1.5 millones de dólares su precio, comentó.

Arbabsiar supuestamente envió 100,00 dólares previstos como pago inicial, al decir al informante que su “primo” tenía mucho dinero, según documentos judiciales.

“Esto no es normal”, dijo Hamauei. "¿De verdad lo hizo? No lo creo”.

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