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Un congresista desvela operativos similares a 'Rápido y Furioso' con Bush

El republicano Darrel E. Issa aseguró que existieron operaciones similares durante la administración anterior, coordinadas con México
dom 16 octubre 2011 04:01 PM
Decomiso de armas
Decomiso de armas Decomiso de armas

La operación Rápido y Furioso, a través de la cual se permitió el tráfico ilegal de armas desde Estados Unidos a México, comenzó durante el gobierno del expresidente estadounidense George W. Bush, aseguró este domingo el congresista republicano Darrell E. Issa.

Es la primera vez que se liga en forma directa la administración Bush a este tipo de operaciones para investigar el trasiego de armas.

“Sabemos que bajo la administración Bush se dieron operaciones similares, pero éstas fueron coordinadas con México”, dijo Darrel, quien es presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, al ofrecer una entrevista a la CBS.

Los republicanos, entre ellos Issa, están presionando al presidente demócrata, Barack Obama, para que dé a conocer toda la información relacionado con la operación Rápido y Furioso, pues sospechan que se está protegiendo a funcionarios que cometieron errores o actuaron de mala fe.

La operación fue diseñada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) con el fin de rastrear las redes de tráfico de armas a México. Para eso, se permitió que contrabandistas adquirieran rifles y pistolas, las trasladaran a México y las vendieran a bandas criminales.

Legisladores estadounidenses investigan la operación que estuvo en marcha entre noviembre del 2009 y enero del 2011, y han llamado a agentes federales a comparecer al respecto. Algunos agentes han reconocido que la operación se alejó de las prácticas legales.

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Una pistola traficada a México a través de la operación Rápido y Furioso apareció en el sitio donde fue asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry, cerca de la comunidad de  Trío Rico, en Arizona.

Otras armas llegaron a manos del cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos del país.

En una reciente vista a Los Ángeles, el presidente de México, Felipe Calderón, dijo que el delincuente Jesús Enrique Aguilar confesó que los agentes que les vendían las armas también les explicaban cómo quitar los rastreadores a las AK-47 y a los R-15.

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