Una disculpa 'enciende' polémica sobre un depuesto líder de Guatemala
Jacobo Arbenz fue derrocado en 1954 como presidente de Guatemala en un golpe de Estado respaldado por la CIA, un hecho fundamental que los historiadores dicen puso al país centroamericano en el camino de las dictaduras y la guerra civil, lo cual duraría décadas.
Aunque fue elegido de manera democrática y en aquel tiempo era popular, después de haber sido depuesto, su reputación fue arruinada y fue sacado de los libros de historia de Guatemala. Murió en el exilio en 1971.
En días pasados, 57 años después, el actual presidente Álvaro Colom ofreció una disculpa pública a la familia de Arbenz, un gran gesto en Guatemala. Pero hay una rehabilitación más grande de la imagen de Arbenz en proceso. Los libros de texto están siendo reescritos y pronto se publicará una nueva biografía. Pero esta limpieza de la reputación de Arbenz no consuela a todos. Algunos preguntan: ¿Cuándo Estados Unidos, que estuvo detrás del golpe de Estado, pedirá disculpas por su intromisión?
“Como presidente de la república, como comandante en jefe del ejército, quiero ofrecer disculpas a la familia Arbenz por aquel gran crimen cometido el 27 de junio de 1954”, dijo Colom el jueves pasado. “Guatemala cambió ese día, y todavía no nos hemos recuperado”.
Las disculpas “no tienen mucha resonancia en Estados Unidos, aunque deberían tenerla”, dijo Stephen Schlesinger, un miembro adjunto de la Century Foundation y coautor de un libro sobre el golpe de Estado de 1954.
Estados Unidos, después de todo, fue el que estuvo detrás de los hechos.
En pocas palabras, existieron dos razones principales sobre qué es lo que llevó a Estados Unidos a ver a Arbenz como una doble amenaza, una económica y otra política.
En aquel entonces, la mayor propietaria de tierras en Guatemala era una empresa estadounidense, la United Fruit Company. Arbenz, en un esfuerzo por reducir la desigualdad de ingresos en el país, instituyó un programa de reforma agraria que habría tomado las tierras sin uso de United Fruit Company para dárselas a los agricultores.
“Hablamos de enormes cantidades de tierra”, dijo Schlesinger, lo suficiente como para hacer crecer a la clase media.
Otro autor de un libro sobre el tema, Piero Gleijeses, profesor en la Universidad Johns Hopkins, dijo que 100,000 familias -que representan alrededor de medio millón de guatemaltecos- se beneficiaron de la reforma. El objetivo de Arbenz era duplicar esa cantidad al finalizar su mandato, comentó.
Sin embargo, la United Fruit Company se dirigió al presidente Dwight D. Eisenhower y tachó a Arbenz de comunista y amenaza para la democracia.
Este argumento ganó fuerza política, y la CIA se involucró.
Según Schlesinger, la CIA encontró un grupo de guatemaltecos descontentos de derecha opuestos a Arbenz, quienes pusieron en marcha una compleja trama para derrocarlo. La CIA ayudó a poner en marcha emisiones de radio secretas a lo largo del perímetro de Guatemala. Emplearon falsas emisiones para advertir de una inminente revuelta masiva, y lo respaldaron con aviones que lanzaron bombas (muchas de ellas falsas) en Guatemala, dijo Schlesinger.
Las falsas transmisiones y los bombardeos “atemorizaron de tal forma al pequeño país” que casi se colapsa, dijo.
El ejército de Guatemala estuvo de acuerdo ya que Estados Unidos los convenció de que, de otro modo, habría una invasión, comentó Gleijeses.
Ellos fueron “atemorizados para traicionar” a Arbenz, dijo.
Dado el profundo involucramiento de los EU, Gleijeses dijo sobre la disculpa ofrecida por Colom a la familia de Arbenz que: “No es muy claro de qué está pidiendo disculpas”.
“Lo que debería hacer, si tiene las agallas, es pedir a Estados Unidos que ofrezca disculpas por su crimen”, dijo.
El hijo del presidente depuesto, Jacobo Arbenz Jr., dijo que ese esfuerzo ya estaba en marcha. Se están colectando firmas para pedir al gobierno de EU que se disculpe por el papel que jugó, dijo.
El Departamento de Estado dijo que su embajada en Guatemala preparaba un comunicado con respecto a Arbenz, pero hasta el sábado no había sido dada a conocer.
Para el hijo de Arbenz, la disculpa del gobierno de Guatemala es un gran primer paso.
“Estamos muy contentos con esto”, manifestó. “Se ha hecho justicia”.
La familia Arbenz había recurrido con anterioridad a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en 1999, para exigir la disculpa del gobierno. A principios de este año, la Comisión negoció una serie de acciones que el gobierno se comprometió a llevar a cabo.
Además del ofrecimiento público de disculpas, el gobierno indemniza a la familia y le pone a una autopista el nombre del expresidente. Los planes de estudios también se reforman para dar Arbenz un papel más prominente en la historia de Guatemala.
Incluso algunos guatemaltecos minimizaron ante CNN la importancia de las disculpas, al decir que fue hace algo que ocurrió hace ya tanto tiempo que resulta irrelevante.
Pero según Schlesinger, las consecuencias del golpe de Estado fueron de largo alcance. En lugar de 30 años de una guerra civil sangrienta, Guatemala pudo haber permanecido como una democracia e influir a los países vecinos a hacer lo mismo, salvando miles de vidas.
Gleijeses dice que sus fuentes confirman que Arbenz en realidad era un comunista, pero que no tenía aspiraciones para conformar una dictadura. Su único objetivo era enfrentar la grave desigualdad de la nación, algo que la reforma agraria podría haber logrado, dijo.
Pero con un ejército así de fuerte, el si hubiera habido democracia, incluso sin el golpe de Estado es una pregunta abierta, dijo.
La disculpa de Colom parece, cuando menos, capaz de volver a encender el debate del legado de Arbenz y los problemas que enfrenta Guatemala, muchos de los cuales han sido constantes desde 1954.
Claudia Palacios, de CNN en Español , contribuyó a este reporte