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Cuba levanta prohibiciones y permite un mercado de bienes raíces

El gobierno de la isla permitirá que cubanos y extranjeros con residencia permanente puedan vender y comprar propiedades
jue 03 noviembre 2011 01:08 PM
cuba vivienda
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En un movimiento que podría renovar la economía cubana, el gobierno anunció este jueves una nueva ley que permitirá comprar y vender viviendas de forma particular a partir del próximo 10 de noviembre, según reportó el diario oficialista Granma. La Asamblea Nacional aprobó en agosto un plan para estas operaciones y la legislación oficialmente se hizo pública este miércoles. 

La nueva ley permite la venta, permuta y donación de bienes raíces incluso en casos de divorcio, muerte o que el dueño abandone el país permanentemente. El objetivo del Estado es eliminar las prohibiciones y hacer las limitaciones para tener una propiedad más flexibles. Se mantiene como límite que "ninguna persona tendrá derecho a poseer más de una vivienda".

El efecto de crear un mercado es todavía incierto para la economía cubana. La ley todavía impone ciertas limitantes, incluida una prohibición para que el dueño tenga más de una casa residencial o una para vacacionar. Sólo los ciudadanos cubanos que vivan en el país o en el extranjero con residencias permanentes podrán participar en las transacciones. 

Los compradores estarán obligados a declarar bajo juramento que no poseen otra propiedad. Bajo la ley, en casos en los que el dueño de la propiedad abandone el país, el Estado la confiscará y se lo entregará a un familiar directo legítimo.

El mercado negro de la vivienda

Cuba tiene una población de 11 millones de personas y escasez de viviendas. No es inusual encontrar tres o cuatro generaciones hacinados en un pequeño departamento o divorciados bajo el mismo techo.

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Los problemas de la vivienda han sido durante décadas una "odisea" social, económica y burocrática en Cuba, donde hasta ahora las opciones para acceder a una casa se limitaban a las permutas, las herencias, conseguir un permiso estatal de construcción o acudir al mercado ilegal. La necesidad de sortear las prohibiciones creó en la isla un mercado negro con construcciones clandestinas, falsificación de documentos, funcionarios corruptos y estafas.

Más de la mitad de las construcciones en la isla están en mal estado y 8,5 de cada 10 edificios necesitan reparaciones, a lo que se suman incumplimientos en los planes estatales de construcción, de acuerdo con datos oficiales. 

El presidente Raúl Castro anunció en abril la preparación de leyes para autorizar la compraventa particular tanto de vehículos, que entró en vigor en octubre, como de viviendas. 

Otra de las regulaciones más esperadas por los cubanos es la flexibilización de la política migratoria y la posibilidad de que se suprima la llamada "tarjeta blanca" o permiso de salida obligatorio que los habitantes de la isla deben solicitar para salir del país.

Las nuevas normativas sobre vehículos y viviendas y la posibilidad de una reforma migratoria figuran en el documento que aprobó el VI Congreso del Partido Comunista, que incluye más de 300 lineamientos para "actualizar" el modelo económico cubano. 

Con información de EFE. 

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