Akihito, el emperador 125 de Japón, sigue hospitalizado
El emperador japonés, de 77 años, se encuentra en el hospital después de haber tenido una fiebre por varios días, declaró un vocero de la agencia imperial.
El emperador Akihito, una figura ceremonial pero reverenciada en Japón, sufre de un caso de bronquitis y fiebre que empeora desde que la contrajo el jueves pasado, de acuerdo con el vocero, quien no se identificó debido al protocolo de comunicación de la dependencia.
“Parece cansado y ha perdido la resistencia para pelear contra la enfermedad”, dijo el portavoz. “Para estar seguros de que se encuentre bien, fue hospitalizado (el domingo por la noche) en el hospital de la Universidad de Tokio”.
Es la segunda vez que el emperador se encuentra en el hospital este año, tras recibir tratamiento en médico en febrero para pruebas extensivas en las arterias coronarias.
En años recientes, algunos analistas creían que la salud de Akihito había sido afectada por el estrés. Los asuntos de no tener un heredero masculino para la corona del príncipe Naruhito, la continuidad de las pláticas sobre los cambios constitucionales para que mujeres gobiernen y las fisuras familiares sobre el papel de la agencia imperial de noticias, fueron mencionadas como posibles causas.
Tsugunomiya Akihito nació el 23 de diciembre de 1933 en Tokio, primogénito varón del emperador Hirohito y de la emperatriz Nagako Kuniat.
Según la leyenda japonesa, es un descendiente directo del primer emperador de Japón, Jimmu, del año 660 antes de Cristo. Akihito significa “pedestal brillante de virtud” y Tsugunomiya significa “príncipe de la sucesión augusta y de la iluminada benevolencia”.
A los cinco años de edad, Akihito fue separado de sus padres, de acuerdo a la costumbre japonesa de la época, fue criado y educado por altos oficiales de la corte real y por tutores.
Su juventud fue marcada por eventos tan dramáticos, que incluso hoy parecen inimaginables, incluida la brutal invasión militar de Japón a China, su inclusión en la Segunda Guerra Mundial y la subsecuente derrota seguida de una ocupación extranjera sin precedente.
La tutora privada de Akihito después de la Segunda Guerra Mundial fue una cuáquera americana, Elizabeth Gray-Vining, de Filadelfia, que también fue la única invitada extranjera a la boda del emperador. Casado con Michiko Shoda, en 1959, fue el primer japonés coronado que contrajo matrimonio con una ciudadana común (se conocieron jugando tenis) a pesar de que hubo una lista de 800 candidatas potenciales.
Del matrimonio nacieron tres hijos: Hiro no miya Naruhito Shinno, coronado príncipe Naruhito (nacido el 23 de febrero de 1960), Akishino no miya Fumihito Shinno, príncipe Akishino (nacido el 30 de noviembre de1965), y Nori no miya Sayako Naishinno, princesa Sayako (nacida el 8 de abril de 1969).
El 12 de noviembre de 1990, Akihito ascendió al Trono del Crisantemo –la monarquía hereditaria más antigua del mundo– como el emperador número 125 de Japón, un año y 10 meses después de la muerte del emperador Hirohito.
El puesto es definido por la constitución de Japón como “el símbolo del Estado y de la unidad del pueblo”, pero el involucramiento de la oficina con los asuntos de la vida diaria tiende a ser mínimo.
Akihito sentó un nuevo precedente tras el terremoto de Japón de 9.0 grados y el posterior tsunami, cuando dio un discurso transmitido por televisión, el 16 de marzo , en el cual llamó a los ciudadanos a “dar su mejor esfuerzo para salvar a las personas en sufrimiento” y aplaudió a los hombres de su país que manejaban la crisis.
“Verdaderamente espero que las víctimas del desastre no se rindan nunca, se cuiden y vivan fuertes para mañana”, dijo con calma en una conmovedora oración desde el Palacio Imperial. “También, quiero que todos los ciudadanos de Japón recuerden a todos los que han sido afectados por la devastación, no sólo hoy, sino por mucho tiempo -y ayuden con la recuperación”.