Las FARC nombran un nuevo líder y niegan sufrir un "derrumbe" en sus filas
Once días después de la muerte de su máximo líder, Alfonso Cano , la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció que Timoleón Jiménez, Timochenko, fue nombrado como su sustituto .
Las FARC, un grupo de izquierda formado a mediados de siglo XX, criticaron el operativo militar que derivó en la muerte de Cano el 4 de noviembre, al tiempo que negaron las versiones según las cuales los golpes que han recibido las han colocado cerca de la desintegración. Los últimos dos gobiernos colombianos, encabezados por Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, han dedicado muchos esfuerzos a combatir a la organización.
"Desde hacía dos años lo perseguía una jauría de más de 7,000 hombres guiados por tecnología de punta y una flotilla de aviones y helicópteros, bajo las órdenes de asesores militares estadounidenses, mercenarios israelíes y el alto mando militar", señaló la guerrilla en un comunicado.
"Los guerrilleros de las FARC nos sentimos orgullosos de que el comandante haya caído peleando en el campo de batalla y muerto como mueren los verdaderos jefes militares, los héroes del pueblo, los valientes", agregó.
Timoleón Jiménez o Rodrigo Londoño Echeverry fue designado máximo líder por el secretariado de las FARC un día después de la muerte de Cano, ocurrida en la región de Cauca. El nombramiento garantiza "la continuidad del Plan Estratégico hacia la toma del poder para el pueblo", de acuerdo con el comunicado.
El guerrillero nació el 1 de enero de 1959 y, desde hace décadas, ha sido miembro de la cúpula de las FARC, según una ficha del Departamento de Estado de Estados Unidos. La dependencia ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por información que lleve a su captura.
El gobierno de ese país —que considera a las FARC un grupo terrorista dedicado al narcotráfico— atribuye a Timochenko el diseño de las políticas de producción de cocaína presuntamente seguidas por la guerrilla, la imposición de un "impuesto" al comercio de narcóticos en el país y el asesinato de "cientos de personas".
Tras la muerte de Cano, analistas y algunas personas que fueron secuestradas por la agrupación señalaron que el grupo está debilitado debido a la ausencia de sus principales líderes y a una serie de deserciones.
Las FARC negaron esas versiones, que consideraron muestra de una "borrachera de triunfalismo", y aseguraron que los "lineamientos" militares y políticos de Cano siguen vigentes. Tras la muerte del guerrillero, el presidente Santos llamó al grupo a poner fin a sus actividades.
"Esos pobres analistas y políticos mediocres, aduladores del poder, que hoy hablan del derrumbe de las FARC ante la muerte del comandante, son tan ignorantes que ni siquiera merecen el gesto de nuestro desprecio", indicó la agrupación. "Pueden estar seguros que no podrán detener el fuego insurgente contra la tiranía, por la paz, y que la guerrilla redoblará su trote".