Alfonso Portillo, el primer expresidente de Guatemala juzgado en EU
Alfonso Antonio Portillo se convirtió en el primer expresidente de Guatemala que tendrá que afrontar a la Justicia de Estados Unidos, que lo acusa de haber utilizado el sistema financiero de ese país para lavar dinero durante su gestión de gobierno (2000-2004).
El presidente Álvaro Colom autorizó en noviembre de 2011 que el exgobernante sea procesado en una corte de Nueva York, luego de que el sistema de Justicia de Guatemala accediera a extradición.
La autorización de Colom fue calificada de “valiente” por el entonces embajador estadounidense Arnold Chacón, "ante el innegable progreso que Guatemala ha hecho para combatir el crimen organizado y la corrupción”.
La escapada a México
Portillo, de 61 años, cuyo mandato es considerado por los analistas locales como uno de los "más corruptos" de la historia reciente de este país centroamericano, empezó a tener problemas con la justicia tras entregar el cargo al conservador Óscar Berger en 2004.
Para evitar ser procesado, intentó cobijarse en la inmunidad que le ofrecía ser diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), pero al ver frustrada su intención huyó a México, donde permaneció cuatro años, hasta que fue extraditado a Guatemala.
El exmandatario, quien se considera un "perseguido político", nació el 24 de septiembre de 1951 en el departamento oriental de Zacapa, e inició su carrera política en la década de 1970, al vincularse a organizaciones indígenas de izquierda de México y Guatemala.
“Están haciendo un linchamiento por lo que hice por Guatemala”, aseguró Portillo a periodistas reunidos en los tribunales guatemaltecos, luego de conocerse la autorización para su extradición a Estados Unidos. “Estoy tranquilo, fuerte, porque sé el motivo de la persecución que es eminentemente política porque no me plegué a la cúpula empresarial de este país. Ellos son los que están detrás de esta extradición”, dijo.
Este viernes fue extraditado a EU, hecho que calificó como un "secuestro", reportó la agencia EFE. Salió del Centro Médico Militar donde era atendido por una arritmia cardiaca y por tener agua en el pulmón, agregó la agencia.
Maestro guerrillero en Guerrero
En 1982, siendo profesor de la Universidad de Guerrero (México), disparó a tres hombres. Mató a dos y dejó herido a otro. En esa ocasión, logró escapar de la justicia mexicana.
Fue miembro del desaparecido Ejército Guerrillero de los Pobres, una de las cuatro organizaciones integrantes de la guerrilla izquierdista de Guatemala, hasta que en 1989 retornó al país y se afilió al Partido Socialista Democrático y luego a la Democracia Cristiana Guatemalteca, de la cual fue secretario general y por la que fue elegido diputado al Parlamento en 1994.
El giro a la derecha
Al año siguiente se unió al derechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG), liderado por el general golpista José Efraín Ríos Montt, con el cual fue reelegido como diputado y con el que se presentó por primera vez, en 1995, como candidato a la presidencia.
En los comicios generales de 1999 volvió a participar como candidato del FRG y ganó la presidencia del país al derrotar al oficialista Óscar Berger.
El primer destape de sus delitos
El primer escándalo por supuestos actos de corrupción durante su mandato se destapó en marzo de 2002, al ser acusado por la prensa local, junto a su vicepresidente Juan Francisco Reyes y sus círculos más próximos, de haber realizado millonarias transferencias de dinero público a cuentas en el extranjero, un caso conocido como Conexión Panamá. Una comisión especial de la fiscalía desistió de las investigaciones sobre el caso.
En junio de 2003, se conoció un desfalco al Seguro Social por un monto de 52 millones de dólares, que fue calificado como el escándalo más terrible y criminal de su mandato.
Pese a que llegó a la máxima magistratura sin residencia propia ni mayores bienes materiales, al salir contaba con una lujosa mansión blindada, cerca de su ciudad natal, conocida por la "fortaleza de Portillo", cuyo costo superó el millón de dólares.
Una familia en torno al ‘lavado’
Portillo se casó por segunda vez en 1999, en plena campaña presidencial, con Evelyn Morataya, con quien tuvo una hija, Gabriela, nacida en enero de 2001.
Su primer matrimonio fue con una ciudadana mexicana durante su estancia en México y fruto de esta unión tiene otra hija, Otilia, quien también es investigada en Francia como sospechosa de haber colaborado con el exmandatario en el lavado de grandes sumas de dinero del erario público en el sistema financiero galo.
Tras ser extraditado de México, logró evadir la cárcel al concedérsele la prisión domiciliar, hasta que fue capturado en enero de 2010 en las costas del Caribe guatemalteco cuando intentaba huir hacia Belice, acorralado por la Comisión Internacional contra la Impunidad (Cicig), que obtuvo decenas de pruebas en su contra.
En mayo de 2010, un tribunal penal lo exculpó en un proceso por el delito de peculado (malversación de fondos públicos) de 120 millones de quetzales (unos 15 millones de dólares), aunque dos meses antes otro juzgado penal había declarado en primera instancia procedente su extradición a Estados Unidos.
Esa decisión fue ratificada luego por la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad , y autorizada en última instancia por el presidente Colom.