Turquía advierte al presidente de Siria que puede terminar como Gadhafi
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió al presidente de Siria este martes que en caso de no renunciar podría enfrentar el mismo destino que el fallecido exlíder libio Moammar Gadhafi.
Erdogan condenó los comentarios del presidente Bashar al-Assad hechos el fin de semana en el sentido de que pelearía hasta la muerte contra las fuerzas extranjeras.
El primer ministro turco dijo que Al-Assad está combatiendo a su propio pueblo.
“¿Por Dios, contra quién estás luchando?”, dijo Erdogan en Ankara, capital de Turquía.
“Pelear contra tu propio pueblo hasta la muerte no es heroísmo; es cobardía. Si quieres ver a alguien que ha peleado hasta la muerte contra su propio pueblo, mira a la Alemania nazi, mira a Hitler, a Mussolini, a Nicolae Ceausescu”.
“Si no puedes sacar ninguna lección de ahí, mira al líder libio que dirigió armas contra su propio pueblo, usó los mismos términos que tú usas y quien fue asesinado hace solo 32 días de una manera en que nadie desearía”.
“Sin derramar más sangre, solo deja ese asiento”.
Al-Assad ha resistido las crecientes peticiones en semanas recientes para que renuncie, mientras que a nivel internacional han aumentado las protestas contra la represión que ejerce su gobierno contra los manifestantes.
Turquía, que comparte frontera con Siria, ha endurecido su postura contra su exaliado y socio comercial, al igual que otros vecinos árabes de Siria .
La Liga Árabe suspendió el fin de semana la membresía de Siria y le exigió el fin de la violencia.
El comité humanitario de la Asamblea General de la ONU votó el martes a favor de condenar la violencia en Siria y expresar su apoyo a la iniciativa de la Liga Árabe por 122 votos a favor y 13 en contra, así como 41 abstenciones.
Es la primera resolución de las Naciones Unidas contra la represión en Siria. En octubre, Rusia y China vetaron una resolución del Consejo de Seguridad que condenaba la respuesta del gobierno de Siria a las manifestaciones y llamaba a un alto inmediato de la represión a la oposición.
La resolución aprobada el martes llama a poner fin a todo tipo de violencia, “condena fuertemente las violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades sirias, como las ejecuciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza así como la persecución y asesinato de manifestantes y defensores de derechos humanos, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura, así como malos tratos a los detenidos, entre ellos, niños”.
Al menos 17 personas han muerto en el país este martes, de acuerdo con el Comité de Coordinación Local de Siria, una red de activistas opositores.
Las Naciones Unidas dijeron que más de 3,500 personas han sido asesinadas en represiones de manifestantes desde que las protestas comenzaron en marzo.
El secretario del Extranjero británico, William Hague, dijo después de reunirse con figuras de la oposición este lunes que Al-Assad necesitaba saber que el resto del mundo busca un futuro diferente para su país.
Londres estaba “buscando aumentar la presión internacional contra el régimen de Assad, un régimen que ha perdido su legitimidad ante los ojos del mundo”, aseguró.
En una entrevista con el Sunday Times del Reino Unido, Al-Assad advirtió que cualquier posible intervención militar contra su país llevaría a repercusiones “muy graves” y que Siria no cedería ante las amenazas internacionales de sanciones económicas.
Al-Assad prometió que pelearía él mismo y que moriría para resistir las fuerzas extranjeras , de acuerdo con el Sunday Times.
Los manifestantes en Siria exigen la salida de Al-Assad y elecciones democráticas. Al-Assad ha estado en el poder desde 2000, tras el gobierno de su padre, Haz, quien gobernó el país por tres décadas.
El gobierno de Siria ha dicho que está combatiendo a terroristas armados y mantiene que las cifras de muertos son mucho más bajas que las que aseguran los observadores internacionales y grupos de opositores.