Gingrich aboga por la legalización de inmigrantes con historia en EU
Newt Gingrich se dijo listo para “asumir la responsabilidad” de respaldar una amnistía limitada para los inmigrantes ilegales que llevan mucho tiempo en suelo estadounidense.
“Si ha estado aquí por 25 años y tiene tres hijos y dos nietos, ha pagado impuestos y obedece la ley, pertenece a una parroquia local, no creo que lo vayamos a separar de su familia, a quitarlo mediante la fuerza y echarle”, dijo Gingrich.
Esto aumentó la temperatura en el debate de este martes entre los aspirantes a la candidatura presidencial republicana, quienes etiquetaron la postura del extitular de la Cámara como una amnistía abierta, prácticamente una palabra altisonante para muchos conservadores del Partido Republicano.
La apuesta política de Gingrich —quien ha repuntado en las encuestas— en un tema tan inestable podría ir bien con los republicanos moderados e independientes, fundamentales para el partido en las elecciones presidenciales del próximo año.
La pregunta es cuánto dañará esto a Gingrich en las próximas elecciones primarias republicanas, las cuales iniciarán con los caucus de Iowa, el 3 de enero.
Los conservadores tienen más influencia en el proceso de nominación, y Gingrich podría haber distanciado a un segmento clave de la base de apoyo del partido con sus comentarios sobre inmigración en el debate del martes por la noche en CNN.
Dana Loesch, colaborador de política en CNN y organizadora del Tea Party en San Louis, comentó que la posición de Gingrich enfadará a las bases conservadoras, pero señaló que durante su carrera él ha sido constante en el tema.
Loesch dijo que el argumento de Gingrich sobre el tema es “poco sólido”, y agregó que “violar la ley durante un cuarto de siglo no hace que esa ley sea, de alguna manera menos ilegal”.
No obstante, Loesch elogió el desempeño general de Gingrich y dijo que pensaba que él se controló bien durante el debate.
Esta división se reflejó en los comentarios publicados en la página de internet TeaPartyNation.com, los cuales iban desde un directo enfado con Gingrich hasta el alabar lo que algunos comentarios llamaron "un enfoque razonable".
“Estoy seguro de que Newt le dará muchas vueltas a esto, para revertir los efectos negativos”, se leía en uno de los comentarios publicados por Vern Shotwell. “No va, al menos conmigo. Es una mala idea”.
Otro comentario, añadido por John Delasaux, respondió que el plan de Gingrich estaba muy lejos de la amnistía.
“La solución de Newt es típica de su profunda capacidad de pensamiento, y el regularizar a los ilegales dándoles una tarjeta roja que les permita alcanzar un estatus legal, sin un camino a la ciudadanía, es una solución muy creativa a un problema de que otra manera no tiene solución", aseguró Delasaux en su comentario.
David Gergen, analista político de CNN, señaló que Gingrich rompió con la ortodoxia conservadora y tomó una posición más humana de lo que la gente asocia con él.
“Creo que va a tener un impacto en la comunidad conservadora”, comentó Gergen, aunque añadió que para los republicanos moderados e independientes, “observar el lado humano de Gingrich podría ser un extra”.
Una encuesta de CNN/ORC International realizada el lunes coloca a Gingrich por primera vez en la cima de los aspirantes a la presidencia del Partido Republicano, con un 24% de apoyo, comparado con el 20% de apoyo para Mitt Romney. La encuesta también reveló que el 9% de los encuestados dijeron que Gingrich era el candidato más agradable.
Además, la encuesta encontró que el 71% de los republicanos encuestados creen que el principal objetivo de la política migratoria debería ser el deportar a los inmigrantes ilegales y detener el que lleguen más, en comparación con el 42% de los demócratas y el 54% de los independientes.
Hacia el final del debate del martes sobre seguridad nacional, Gingrich hizo un llamado a deportar a los inmigrantes ilegales con poca historia o vínculos con los Estados Unidos. No obstante, tuvo un enfoque diferente en aquellos que se han asentado en el país y se han convertido en miembros de la comunidad y colaboradores con la sociedad.
Su principal rival, Romney, exgobernador de Massachusetts, que por lo general es más moderado que Gingrich, de inmediato respondió que tal política atraería a más inmigrantes ilegales.
“La amnistía es un imán”, comentó Romney, quien añadió que anteriores programas en el país “que han dicho que si las personas que vienen aquí ilegalmente van a permanecer con carácter ilegal por el resto de sus vidas, eso sólo va a fomentar que más personas vengan aquí de manera ilegal”.
Gingrich rechazó ese argumento, y defendió su postura como un enfoque razonable y humano.
“No entiendo cómo el partido que se dice es el partido de la familia va a adoptar una política de inmigración que destruye a las familias que han estado aquí desde hace un cuarto de siglo”, dijo. "Y estoy dispuesto a asumir la responsabilidad por decir: 'Vamos a ser humanos en la implementación de la ley, sin darles la ciudadanía, pero hallando una formar de construir legalidad para que no estén separados de sus familias'”.
Gingrich ofreció más detalles sobre el asunto tras el debate; dijo a CNN que no habló de algún tipo de amnistía general.
“Hay mucha gente que se irá a casa”, porque son inmigrantes ilegales, sin vínculos ni raíces en los Estados Unidos, manifestó. “También hay millones de personas que terminarán quedándose”.
“Quiero ser duro, pero no quiero engañar a la gente”, dijo Gingrich, y agregó que no puede imaginarse que “cualquier persona razonable” quiera “destrozar a las familias”.
También reconoció un deseo de hacer que el Partido Republicano sea más aceptable para los votantes hispanos, un elector demográfico clave que se opone a las políticas conservadoras en materia de inmigración.
“No es solamente la comunidad hispana, ya que tenemos personas que vienen de todo el mundo a los Estados Unidos”, dijo Gingrich, y luego agregó: "Nos es importante unificar el país manteniendo una conversación sincera, no sólo una serie de consignas”.
En tanto, el candidato conservador, y diputado Michele Bachmann, de Minnesota, resumió el sentimiento del partido del té por la postura de Gingrich, al decir: “Si legaliza a 11 millones de trabajadores, a mí me parece que es una amnistía”.