El presidente Al-Assad niega responsabilidad por la represión en Siria
El asediado presidente sirio Bashar al-Assad rechazó las acusaciones de que él es responsable por la violencia en su país, y se distanció del comportamiento de sus fuerzas armadas.
“Esas no son mis fuerzas”, dijo al-Assad en una entrevista con la periodista Barbara Walters, de la ABC, transmitida este miércoles y publicada en el sitio de la cadena.
“Son fuerzas del gobierno. No son mías. Yo soy presidente. No soy dueño del país. Por lo tanto, no son mis fuerzas”.
¿Pudo al-Assad, el comandante en jefe, haber dado una orden sobre acciones militares? "No, no no," dijo.
¿No bajo su comando? "No," dijo, "bajo el comando de nadie. No hay comando para matar o ser brutal."
Al-Assad dijo que aquellos integrantes de las fuerzas armadas que fueron demasiado lejos ya fueron disciplinados.
"Cada acción brutal fue realizada por un individuo, no por una institución, eso es lo que necesitan saber”, dijo en la entrevista. “Hay una diferencia entre tener una política de represión y entre que ocurran algunos errores por parte de algunos oficiales. Hay una gran diferencia”.
“No matamos”, dijo al-Assad. "Es imposible para cualquiera en este Estado dar órdenes de matar."
“Ningún gobierno en el mundo mata a su gente, al menos que esté liderado por un loco”, agregó.
Siria registra inestabilidad y violencia desde mediados de marzo, cuando el régimen de al-Assad respondió de manera brutal a las protestas pacíficas. Desde entonces, las Naciones Unidas estiman que 4,000 personas han muerto, y que miles han sido encarceladas y desplazadas de sus hogares.
Los reportes y las imágenes de la violencia han conmocionado al mundo, y la Liga Árabe, Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea han anunciado sanciones contra el régimen.
CNN no puede verificar los reportes debido a que Siria restringe el acceso al país a los periodistas.
Mientras que activistas afirman que la violencia ocurre a manos del Ejército y las fuerzas de seguridad, el gobierno asegura que combate a “terroristas armados” que amenazan a civiles.
Al-Assad, de hecho, argumentó que la mayoría de los muertos son sus seguidores, incluyendo unos 1,100 soldados y policías.
Se le preguntó sobre las redadas casa por casa y el arresto de niños.
“Para ser franco con usted, ¿cómo sabe eso?”, dijo al-Assad. "No hemos visto eso".
Al-Assad fue cuestionado sobre el caso de Hamza al-Khateeb, un niño de 13 años que murió luego de su detención, y dijo que el menor no fue torturado.
“Eso no es noticia. Me reuní con su padre, y él dijo que no fue torturado”.
Sobre una investigación de Naciones Unidas sobre la represión , aseguró que la organización no es una institución creíble.
“¿Cree que las Naciones Unidas es creíble?”, preguntó Walters. “No”, él respondió.
Walters recordó que Siria tiene a un embajador ante Naciones Unidas. “Si”, dijo al-Assad. “Es el juego que tenemos que jugar”.
Sobre si se siente culpable por la violencia, al-Assad dijo que ha hecho lo mejor “para decirle a la gente que no se puede sentir culpable cuando se hace lo mejor. Te sientes mal por las vidas perdidas, pero no te sientes culpable cuando tú no matas a personas”.
Aunque muchos sirios han pedido su renuncia, el presidente dijo que siente apoyo ciudadano, y que de lo contrario “no estaría ahí”.
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dudó que quien vio la entrevista encontrara a al-Assad "creíble."
“Todo el mundo ha sido testigo de lo que ha ocurrido en Siria. Estados Unidos y muchas, muchas otras naciones alrededor del mundo, se han juntado para condenar la violencia atroz en Siria perpetrada por el régimen de Assad, que sabe exactamente qué está ocurriendo y quién es responsable”, dijo.
En tanto, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el-Araby, llamó a una reunión de ministros de Exteriores para considerar la respuesta a la aceptación de Siria de permitir observadores en el país .