El vicepresidente iraquí hace frente a las acusaciones en su contra
El vicepresidente suní de Iraq, Tariq al-Hashimi, rechazó los cargos del gobierno en su contra en el sentido de que él organizó un escuadrón de la muerte que atacaba a funcionarios y militares.
Aseguró que las acusaciones son falsas, que tienen motivaciones políticas y que equivalen a un "asesinato político".
Los cargos en contra de Al-Hashimi han profundizado de manera peligrosa la división política y sectaria del país.
La orden de arresto fue emitida por el primer ministro Nuri al-Maliki, perteneciente al gobierno chiita gobernante.
Este es el más reciente evento que ha amenazado con destruir el frágil acuerdo para compartir el poder entre sunís, chiitas y kurdos, lo que aumenta los temores sobre la estabilidad del país una vez que las tropas estadounidenses lo han abandonado .
La orden de arresto se emitió solo días después de que Iraqiya, el mayor partido político suní al cual pertenece al-Hashimi, suspendió su participación en el Parlamento en medio de reclamos de que estaba siendo eliminado del proceso político.
Iraqiya ha acusado a al-Maliki de consolidar su poder, al decir que se ha rehusado a dejar el control de Iraq a los ministros de Defensa y el Interior.
Desde octubre, las fuerzas de seguridad de Iraq han detenido a cientos de personas acusadas de ser miembros del Partido Baath del depuesto Saddam Hussein, o de ser terroristas. Iraqiya dice que la mayoría de esas personas son miembros de su bloque político y que el primer ministro simplemente se está deshaciendo de sus oponentes.
El desorden político en Iraq está despertando preocupación en Washington, donde funcionarios dicen que están monitoreando de cerca los reportes sobre las órdenes de arresto.
“Estamos hablando con todos los partidos. Hemos expresado nuestra preocupación en torno a estos sucesos. Estamos llamados a todas las partes políticas en Iraq a remediar sus diferencias de forma pacífica, política, a través del diálogo y ciertamente de una manera que sea consistente con el proceso los estándares internacionales”, dijo Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado.
El embajador James Jeffrey ha estado en contacto con todos los partidos en las últimas horas, añadió Nuland.
Al-Hashimi dejó Bagdad el lunes para dirigirse a la región kurda semiautónoma para llevar a cabo conversaciones de emergencia con el vicepresidente chiita Khudayyer al-Khuzaie y el presidente kurdo, Jalal Talabani. El mismo día, la máxima corte de Iraq prohibió a al-Hashimi salir del país.
No estaba del todo claro si al-Hashimi planeaba regresar a Bagdad.
La televisión estatal iraquí transmitió supuestas confesiones de tres hombres que fueron identificados como guardias de seguridad de al-Hashimi. CNN no pudo verificar de forma independiente sus identidades.
Un funcionario de la oficina de al-Hashimi, quien habló bajo condición de anonimato, dijo que los tres hombres que aparecen en la grabación eran guardias de seguridad de al-Hashimi.
El funcionario dijo que creía que estaban bajo algún tipo de amenaza para hacer esas confesiones.
En la grabación, un hombre da detalles de bombas en carreteras y tiroteos contra funcionarios de gobierno en el 2009.
La persona que habla dice que las órdenes provenían directamente de al-Hashimi y algunas veces a través de su hijo, Ahmed Qahtan, quien también es miembro de su personal.
El hombre dijo que los artículos usados en los ataques fueron hechos y mantenidos en una casa perteneciente a al-Hashimi en el vecindario de al-Yamouk.
También dice que supuestamente el vicepresidente le agradeció de forma personal después de realizar ataques, y que recibió 3,000 dólares luego del primer ataque contra un funcionario del Ministerio de Salud.
El hombre en el video dijo que al-Hashimi le ordenó hacer un mapa de lugares de seguridad y puntos de control de la Brigada de Bagdad que protege la Zona Verde.
Añadió que estaba confesando para “limpiar su conciencia” y “exponer a este criminal”.