La muerte de Kim Jong ll vista desde la perspectiva de sus vecinos del sur
Apenas era después del mediodía de un frío lunes de diciembre en la capital de Corea del Sur cuando llegó la noticia de la muerte de Kim Jong ll .
Aunque el solitario líder norcoreano había sido asolado por problemas de salud en los últimos años , el anuncio fue recibido con un asombro general en Seúl, según un periodista del periódico del país de mayor circulación.
“La reacción inicial fue de impacto, seguida rápidamente por la especulación sobre qué es lo que iba a suceder”, dijo Woosuk Ken Choi, director adjunto de The Chosun Daily.
Por su parte, las fuerzas armadas de Corea del Sur respondieron elevando su nivel de alerta , mientras los medios de comunicación del país incrementaban sus esfuerzos para intentar predecir cómo respondería este oblicuo y errático estado.
No obstante, Choi comentó que los coreanos más comunes seguían tranquilos.
“No hubo prisas en encaminarse a los supermercados para comprar todos los alimentos”, dijo en una entrevista con CNN. “La gente surcoreana parece tener confianza de que el país será capaz de manejar esta situación. Muchos ven a los norcoreanos como iguales a nosotros, como personas a las que tenemos que cuidar y ayudar”.
Muchos no esperarían un conflicto abierto, añadió.
“Hay una pequeña tradición en Corea de que cuando alguien muere en una familia se deja de pelear.
“Estamos en alerta máxima no porque queramos hacer algo sino porque alguna renegada unidad militar norcoreana podría provocar algún inconveniente. Pero nadie realmente piensa que los norcoreanos lanzarán un ataque.
“Nada pasó en 1994 cuando Kim ll Sung murió, y esta vez será lo mismo”.
Kim ll Sung, el artífice de lo que en 1948 sería conocida como la República Popular Democrática de Corea, después de que la península de Corea fue dividida entre las fuerzas de ocupación estadounidenses y soviéticas, fue un líder autocrático que encabezó una política de Juche, o de confianza en sí mismo, la cual jugó un papel relevante en fomentar el aislamiento del país comunista.
Cuando lo sucedió su hijo mayor, Kim Jong ll, Corea del Norte estaba económicamente en un atolladero, puesto que cuando cayó la Unión Soviética perdió a uno de sus principales socios comerciales. Kim en gran medida pasó por alto los enormes problemas internos y se concentró en apuntalar la posición del régimen y en invertir en las fuerzas armadas como un baluarte contra la acaudalada Corea del Sur respaldada por EU.
Pero con la muerte de Kim, Choi cree que muchos en surcoreanos verán este episodio como una oportunidad para mejorar las relaciones con su vecino disfuncional, quizá inclusive preparando el camino para la reunificación.
“La mayoría de la gente, ya sean políticamente hablando de izquierda o derecha, espera que este sea el caso”, señaló.
“No obstante, una gran número de surcoreanos se preocupa por la carga financiera de la reunificación, haciendo referencia al caso de Alemania Occidental y Oriental a principios de la década de 1990.
“Otros argumentan que, en el largo plazo, el costo de vivir juntos será mucho menor que el vivir separados. También creo que una gran cantidad de temas podrían ser resueltos con la reunificación”.
Sin embargo, Choi comentó que cada generación en Corea del Sur tiene su propio punto de vista en lo que respecta a las relaciones con su vecina del Norte.
“Los adolescentes y veinteañeros tienen un verdadero temor de un conflicto militar, en tanto que ellos son los que tienen que hacer el servicio militar obligatorio”, dijo.
“Muchas personas entre treinta y cincuenta años se preocupan por el costo financiero que a ellos les representaría la reunificación, mientras que los de mayores respaldan una Corea unida cualquiera que sea su costo”.
Si por ahora la reunificación es un sueño imposible, Choi dice que hay una diferencia de opinión en Corea del Sur sobre la sucesión dinástica en el Norte.
“Muchas personas creen que la transferencia del poder a una tercera generación es algo absurdo, totalmente anacrónico y no acorde con lo que hoy es el mundo”, manifestó.
“Pero quienes creen en una política de compromiso con Corea del Norte dicen que no importa si es la tercera o cuarta generación, que todavía son nuestro pueblo y que tenemos que hablar con ellos para tratar de resolver la situación”.
Otra opinión, según Choi, es la de que “el Gran Sucesor” no durará mucho tiempo.
“Sencillamente es demasiado joven”, comentó. Se piensa que Kim Jong Un tiene entre 25 y 30 años.
“Existe en la sociedad coreana –del Norte y del Sur– la idea de que si se accede muy joven al trono no se durará mucho tiempo. Sin importar lo bueno que sea, piensan que sus tíos y familiares más experimentados gobernarán detrás de él, y que en última instancia podría ser sacrificado”.
En tanto que las imágenes de norcoreanos en luto por la pérdida de su Querido Líder siguen filtrándose este martes en las pantallas de televisión surcoreanas, Choi sintió que la mayoría de la gente quedó sorprendida por lo montadas que se veían las imágenes de sus vecinos del Norte con la finalidad de causar conmoción.
“Las imágenes no reflejan la realidad de Corea del Norte”, sostuvo.
“Cuando murió Kim ll Sung hubo un buen número de personas que de verdad salieron y lloraron porque realmente lo respetaban.
“El caso de Kim Jong ll es diferente, porque aproximadamente dos o tres millones de personas murieron de hambre tras su llegada al poder. El nivel de luto será de aproximadamente una décima parte de lo que fue en 1994". Esta es la opinión de muchos desertores con los que he hablado.