Los asesinatos continúan en Siria, según la Liga Árabe
Los tanques del Ejército sirio se han retirado de áreas residenciales en ciudades, pero los francotiradores permanecen como una amenaza y los asesinatos aún están ocurriendo, dijo este lunes el jefe de la Liga Árabe.
“Aún hay disparos, aún hay francotiradores y esperamos que todo eso desaparezca”, dijo Nabil el-Araby a reporteros en El Cairo. “Hay disparos desde varias direcciones, lo que hace difícil de decir quién está disparando”, agregó.
“No hay duda de que los asesinatos continúan pero no puedo dar cifras exactas”, dijo.
Los tanques del Ejército sirio se han movido a las afueras de las ciudades, luego de que un equipo de observadores de la Liga Árabe visitó varias de ellas y comenzaron a preparar un reporte inicial.
Ese reporte estará completo “en los próximos días” y será presentado a los ministros de Exteriores de la Liga Árabe, que decidirán qué acción tomar, dijo el-Araby. “No esperaremos a que termine la misión” antes de tomar acciones, agregó.
La Liga Árabe tiene como objetivo “proveer protección a los civiles sirios”, dijo el-Araby, y agregó que pidió un cese al fuego y los nombres de los detenidos en prisiones sirias.
Cerca de 3,500 prisioneros han sido liberados, agregó.
La Liga Árabe ha enviado a más de 70 observadores a seis ciudades, y el número de ellos pronto superara los 100, dijo el-Araby.
El incremento ocurre a pesar del llamado de un asesor de la liga que pidió que los observadores salieran del país .
El jefe del consejo de asesores pidió este domingo el retiro de los observadores, debido a que la misión permite a oficiales sirios continuar con la represión brutal a los manifestantes.
Este lunes, mientras la misión continúa, al menos 20 personas, entre ellas una joven, murieron en Siria, de acuerdo con activistas opositores.
En tanto, la agencia estatal de noticias SANA informó que los cuerpos de 11 “mártires del Ejército y la policía que murieron en la línea del deber a manos de grupos terroristas armados” fueron sepultados.
CNN no puede verificar de forma independiente los reportes de violencia, debido a que el gobierno del presidente Bashar al-Assad restringió el acceso a periodistas internacionales.
