Votación a la antigua coloca a Iowa en el epicentro de la elección en EU
Un lugar de granjas, amigables poblados y relativamente escasa población, y a menudo pasado por alto es, por ahora, el epicentro de la política estadounidense. El lugar es Iowa. La pregunta es, ¿por qué Iowa?
La respuesta es una institución pintoresca y peculiar, conocido como el caucus de Iowa: una tarde extraña y a la antigua en la que se habla de los candidatos a la presidencia y luego se vota por ellos.
Caucus independientes se llevan a cabo en toda Iowa mientras los vecinos debaten entre sí los pros y los contras de los candidatos, antes de votar entre ellos, y el resultado del ejercicio luego se suma con los de otros caucus del estado para decidir el ganador.
La campaña presidencial de EU ha estado desde hace meses en marcha, en tanto los republicanos deciden quién quieren que compita en contra del presunto candidato demócrata, el presidente en turno, Barack Obama.
Los candidatos han hablado en los mítines, han debatido entre sí en la televisión, mientras encuestas de opinión son presentadas por lo menos una vez a la semana.
Pero los caucus de Iowa, que se llevarán a cabo este martes, son la primera ocasión en que realmente las personas van a votar.
“Los caucus de Iowa de verdad no se parecen a nada más en la política estadounidense”, comentó el editor de política de CNN, Paul Steinhauser.
“Me refiero a, imagine una fría noche de invierno, con temperaturas bajo cero. Se necesita mucho para que una persona salga a su escuela local, a la iglesia del poblado y participe alrededor de dos horas en un caucus. De verdad se necesita estar involucrado en el proceso”.
Desde hace mucho tiempo los estadounidenses han elegido en secuencia, estado por estado, a sus candidatos presidenciales.
La mayoría de los estados sostienen lo que ellos denominan como ‘primarias’, elecciones primarias, para elegir delegados que asisten, más adelante, a las convenciones nacionales en las que formalmente se seleccionan a los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano.
Hasta el momento toda la atención en este año ha estado en la lucha por convertirse en el candidato republicano, ya que se espera que Obama sea el contendiente demócrata.
Para un visitante de ocasión las primarias se parecen mucho a cualquier elección, con las rutinas familiares por parte de los electores, urnas y casillas.
No obstante, los caucus de Iowa son diferentes y las reglas varían en los aproximadamente 1,800 distritos electorales del estado. No se da necesariamente una votación secreta; a veces ni siquiera hay votación.
Después de que todos tienen la oportunidad de expresar sus opiniones, el voto puede ser en papel, a través de una votación a mano alzada o, en el caso de los demócratas, solo mediante el juntarse en grupos correspondientes a los distintos candidatos y ver quién tiene el grupo más grande.
Es un estilo muy particular de política, con largos antecedentes. Los caucus, en diversas modalidades, se remontan a más de 150 años. Aunque nunca llamaron mucho la atención hasta la década de 1970, cuando Iowa movió sus caucus de cara a la primera elección primaria y decidió llevarlos todos a cabo durante la misma tarde noche.
Los medios de comunicación empezaron a prestarles atención y los candidatos aprendieron que buenos resultados podrían provocar noticias titulares en todo el país.
Aun así, ganar Iowa no dice mucho, ya que, con sólo tres millones de habitantes, el estado es tan pequeño, tan rural, tan blanco y, en estos días, tan opulentos.
Su economía basada en la agricultura se lleva a cabo lo suficientemente bien como para no sufrir lo peor de la recesión económica de Estados Unidos.
Una encuesta reciente del New York Times/CBS News halló que casi el 90% de los probables asistentes a los caucus describieron su situación económica como buena. El NYT dice que eso es alrededor de 20 puntos por encima del promedio nacional.
Así que tal vez no es de sorprenderse que, al echar un vistazo a las décadas anteriores, los candidatos más populares en Iowa no tiendan a conseguir la nominación de su partido o la presidencia.
Para ser justos, Iowa lo hizo mejor que de costumbre la última ocasión: fue acertada a medias. En el lado republicano, Mike Huckabee ganó los caucus de su partido en el 2008, pero no ganó la nominación republicana y hoy no es el presidente.
El caucus demócrata de ese año dio más pistas. Barack Obama los ganó, el inicio de una larga y sorprendente campaña que terminó en la Casa Blanca.
Así que, ¿importa Iowa? El historiador Hugh Winebrenner escribe en IowaPolitics.Com que sí porque los medios de comunicación estadounidenses dicen que sí importa.
“Iowa es la primera”, observa Winebrenner. Los “caucus proporcionan una evidencia temprana sobre los avances en la carrera presidencial. Esta es la percepción del papel que tiene Iowa, y por lo tanto es la realidad...”.
Pero hay más que la realidad. Incluso si Iowa no aporta mucho al proceso, le resta al mismo.
Tras los caucus de Iowa, los candidatos más exitosos o resueltos se mantendrán en la carrera y apuntarán al estado del noroeste, New Hampshire, para su elección primaria, la primera en el país, el 10 de enero. Los demás tienden a empezar a apuntar de regreso a casa.
Este año, la contienda republicana es tan incierta, con tantos candidatos intercambiando los primeros lugares en las encuestas de opinión pública, que Iowa podría ser extraordinariamente cerrada y confusa.
Y peculiar. Puede estar seguro que será peculiar.