La escasez de productos alimenticios en Venezuela toca su máximo
Venezuela cerró diciembre con un fuerte aumento en el índice de escasez, que mide la ausencia de productos en el mercado, aunque la inflación se desaceleró a un 1.8%, dando una tregua al veloz crecimiento de los precios en el país petrolero.
La alta inflación, una de las mayores del mundo, y las dificultades de la población para conseguir productos como leche, aceite o café, entre otros, son dos de los mayores retos que enfrenta el presidente Hugo Chávez, que buscará la reelección en las elecciones presidenciales de octubre.
"El índice de escasez de productos en el mercado pasó de 13.4% en noviembre a 15.2% en diciembre", dijo el ente emisor en un comunicado publicado el jueves.
El mayor índice registrado en el año había sido de 14% en septiembre, según estadísticas del Banco Central de Venezuela (BCV).
El índice nacional de precios al consumidor registró un incremento de 1.8% en diciembre, inferior al 2.2% del mes previo.
"La desaceleración de la tasa intermensual en diciembre obedece a las menores alzas que se dieron en siete de 13 agrupaciones: servicios de la vivienda, bebidas alcohólicas y tabaco, alimentos y bebidas no alcohólicas, servicios de educación, alquiler de viviendas, salud y restaurantes y hoteles", explicó el BCV.
Año inflacionario
A pesar de la relativa tregua que tuvieron los precios en diciembre, Venezuela volvió a sufrir otro año de elevada inflación en 2011, al acumular un 27.6%, superior al 27.2% de 2010.
Caracas fue la ciudad con mayor inflación en el año, al registrar un acumulado de un 29%, mientras que el rubro de alimentos elaborados registró un salto de un 38.1% en todo el país.
El Gobierno había fijado en el presupuesto oficial de la nación una meta de entre un 23% y un 25% decrecimiento de los precios para 2011, pero funcionarios la ajustaron luego en torno al 27%.
Para 2012, el Gobierno espera que la economía crezca un 5%, más que el 4% registrado en 2011, mientras que la meta de inflación fue reducida a un rango de entre 22 y 23%, que los analistas estiman que será muy difícil de cumplir en medio de la expansión prevista en el gasto público por las elecciones.