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CNN entra en Siria y presencia la creciente división social del país

Nic Robertson, corresponsal de CNN en Siria, narra sus primeras experiencias en Damasco y sus perspectivas para el régimen de Al-Assad
lun 09 enero 2012 05:16 PM
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(CNN) — Desde que comenzaron los disturbios en Siria hace 10 meses, a los medios internacionales les ha resultado difícil corroborar los informes periodísticos que se emitían desde el país. El gobierno ha impuesto restricciones a los periodistas extranjeros y a muchos de ellos les ha negado por completo la entrada.

Pero recientemente se emitieron visas ​​de corta duración a una serie de periodistas para que pudieran seguir a las decenas de observadores de la Liga Árabe que ya están en el país. La Liga Árabe exigió la presencia de los periodistas como parte de su acuerdo con Siria, según Nic Robertson, corresponsal internacional principal de CNN.

Robertson y un equipo de la CNN están en estos momentos entre esos periodistas en Siria. Su equipo fue confiscado a su llegada para que no retransmitieran ningún video en vivo, aunque Robertson habló el lunes vía telefónica para compartir lo que ha visto.

Los informes dicen que desde marzo, miles de personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad sirias, a pesar de la continua presión internacional para detener la represión. Se calcula que la cifra de víctimas está entre los 5,000 y 6,000 muertos.

CNN: Nic, sólo descríbenos lo que has visto hasta ahora. 

Nic Robertson: Hemos podido ir con algunos observadores (el lunes) al funeral de un joven, asesinado a tiros por las fuerzas leales al gobierno a las afueras de Damasco, según los testigos. 

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Pudimos ver el cuerpo de un hombre que parecía tener 32 años. Nos informaron que fue asesinado mientras caminaba por la calle. Y los observadores recabaron datos de su familia. 

La multitud ahí concentrada, quizá entre 1,000 y 2,000 personas, se reunieron y cantaron por el fin del régimen de Bashar al-Assad. Dijeron que, si los observadores de la Liga Árabe no estuvieran ahí, no estarían en la calle, puesto que tendrían demasiado miedo como para manifestarse de tal forma.

Y luego, mientras los observadores de la Liga Árabe iban a otra zona, a media milla del lugar, a menos de un kilómetro de distancia, un pequeño mitin a favor del gobierno estaban en la carretera bloqueaba su camino, con gritos de apoyo a Bashar al-Assad.

CNN: ¿Cómo es el acceso que el gobierno sirio está dando en Damasco a nuestro equipo de CNN y a ti? ¿Puedes hablar con quien tú quieras, ir a donde quieras? ¿O están controlados tus movimientos?

Robertson: Hasta el momento, el gobierno nos ha dicho que somos libres de ir y seguir a los observadores. Existen zonas en el país que dicen que son demasiado peligrosos para que vayamos y que intentan organizar una forma segura para que lleguemos: por ejemplo, a Homs, en donde sabemos que ha habido continuas manifestaciones y en donde el Ejército Libre Sirio dice controlar por lo menos un barrio...

Aunque es demasiado pronto como para decir cuáles son las restricciones que nos impondrán. Hoy no tuvimos problemas para seguir a los observadores en lo que fue un virulento mitin contra el gobierno: la gente nos mostró sus marcas por disparos, heridas que dicen haber sufrido aquí a manos de las fuerzas leales al gobierno. Por lo que hasta ahora no hemos tenido problemas en llegar a ese tipo de lugares y, de la misma manera, en reunirnos con gente que es leal al gobierno y entrevistar a funcionarios gubernamentales. No hemos tenido limitaciones, pero estos son los primeros días, y la situación podría cambiar.

CNN: ¿Qué tienen de extraordinarias estas protestas?

Robertson: En la protesta contra el gobierno de un par de miles de personas, las pasiones estaban muy encendidas. La gente estaba muy enojada; muy asustada... Sin embargo, al mismo tiempo, este lunes en el centro de Damasco, vimos grandes concentraciones a favor del gobierno, las cuales nos dicen que aman al presidente Bashar al-Assad.

Lo que sucede aquí es que este país está dividido. Está polarizado. La gente cree en cosas contrarias: algunos creen que el presidente es la persona indicada para el país. Hay otros que no lo creen. No se hablan los unos a los otros. Y esto conduce a un país mucho más dividido que lo que estaba hace unos meses.

CNN: ¿Cuál ves que es el futuro de Al-Assad en este momento?

Robertson: Es un líder que en este momento parece poder resistir esta tormenta. Tiene la lealtad de una parte considerable de su ejército. En este momento pueden sofocar y evitar cualquier crecimiento de la rebelión en su contra.

Después es patente la oposición que vive, dicen, con miedo al gobierno. Así que en realidad, lo que podemos divisar es que las divisiones se van a acentuar.

Por lo general, a los observadores árabes que están aquí se les considera ineficaces. Aquí no critican al gobierno, a pesar de que el gobierno no ha cumplido con la petición de la Liga Árabe de la retirada de las armas y las tropas de la calles.

Las divisiones se hacen cada vez mayores, y creo que podemos esperar que la situación aquí, hasta el momento estable, se deteriore en el futuro. Ésta es la dirección que están tomando los acontecimientos.

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