Manifestantes en Medio Oriente no buscan "cambios cosméticos": Amnistía
Si los gobiernos en el Medio Oriente no dejan de ofrecer "cambios cosméticos" a las peticiones de reformas, deben prepararse para un año de protestas, advirtió el lunes Amnistía Internacional.
Las protestas y el derramamiento de sangre continuarán a menos que los gobiernos y la comunidad internacional cumplan las demandas de los manifestantes, dijo en un nuevo informe el grupo de derechos humanos.
Los manifestantes no están interesados en reformas que se hagan por partes, o poco a poco, aseguró.
"Con algunas excepciones, los gobiernos han fallado en reconocer que todo ha cambiado ", destacó Philip Luther, director de Amnistía Internacional para Medio Oriente y África del Norte.
"Los movimientos de protesta en toda la región, encabezados en muchos casos por jóvenes y mujeres jugando un papel central, han demostrado ser sorprendentemente resistentes frente a la represión, en ocasiones asombrosa”, dijo.
Los manifestantes quieren rendición de cuentas y un cambio en el gobierno, de acuerdo con Luther.
El informe de 80 páginas llamado Año de la rebelión: estado de los Derechos Humanos en el Medio Oriente y África del Norte, destaca el éxito de Túnez, Egipto y Libia en la eliminación de sus regímenes de largo plazo, pero pone de relieve la necesidad de instituir la democracia para garantizar que las acciones del pasado no se repitan.
"El levantamiento en Túnez ha generado mejoras significativas en los derechos humanos, pero un año después, muchos consideran que el ritmo del cambio ha sido demasiado lento, mientras las familias de las víctimas del levantamiento siguen esperando justicia", dijo Amnistía.
En Egipto, por ejemplo, los gobernantes militares aún están por cumplir con las exigencias de la revolución y en algunos casos están detrás de los ataques que están "peor que con Hosni Mubarak", según el informe.
Amnistía advirtió que algunos gobiernos "se mantuvieron sombríamente decididos a aferrarse al poder" a toda costa, citando el ejemplo de Siria.
"Las fuerzas armadas sirias y los servicios de inteligencia son responsables de un patrón de asesinatos y tortura que constituyen crímenes contra la humanidad, en un vano intento de aterrorizar a los manifestantes y opositores para mantenerlos en el silencio y la sumisión", detalla el informe. "Al final del año había más de 200 casos de muertes bajo custodia, más de 40 veces el promedio anual reciente de Siria”.
Potencias internacionales y organismos regionales como las Naciones Unidas y la Unión Africana han adoptado una postura más fuerte en algunos países que otros, según el informe.