El asesinato de un diputado empaña el nombramiento de Otto Pérez Molina
El asesinato este viernes del diputado Óscar Valentín Leal ha empañado la celebración de los actos de traspaso de mando, en los que el general retirado Otto Pérez Molina será investido este sábado como jefe de Estado. El suceso revive la imagen de Guatemala como uno de los países más violentos de América Latina.
El presidente electo dijo a los periodistas que el legislador, quien ganó la reelección como diputado en los comicios de septiembre por el partido Libertada Renovada Democrática (Líder), del cual había renunciado, le denunció el jueves a la vicepresidenta electa, Roxana Baldetti, que estaba recibiendo "muchas presiones" por su decisión de unirse al Partido Patriota (PP), que a partir de mañana gobernará el país.
Hombres armados asesinaron a Leal, de 41 años, y a su hermano Erick en una calle del centro histórico de la capital guatemalteca, horas antes de asumir por segunda ocasión consecutiva un escaño en el Parlamento por el departamento de Alta Verapaz.
Fuentes de la Cancillería y del derechista PP aseguraron que la muerte de Leal no modificará las actividades previstas con ocasión del traspaso de mando presidencial.
Pérez Molina, quien este viernes se ha entrevistado con los jefes de las delegaciones internacionales que viajaron al país para asistir a su toma de posesión, lamentó el asesinato de Leal quien, confirmó, a partir de mañana se iba a integrar a la bancada legislativa del PP.
"Lamentamos la violencia y la inseguridad. Es triste que siga este tipo de situaciones", indicó Pérez Molina, al asegurar que ha instruido al que a partir de mañana será el nuevo ministro del Interior, Mauricio López, para que esclarezca el crimen.
La noticia del asesinato de Leal, que ha acaparado la atención de los medios locales, se ha constituido en una luctuosa "bienvenida" a las delegaciones internacionales que participarán en la ceremonia.
Según cifras oficiales, cada día son asesinados en esta nación un promedio de 16 personas, lo cual la convierte en una de las más violentas de América Latina.
Reducir los hechos de violencia y cambiar la imagen negativa del país son dos de los principales retos que deberá afrontar Pérez Molina a partir del sábado, cuando recibirá el poder de manos de su antecesor, el socialdemócrata Álvaro Colom.
Con "mano dura" y la participación directa del Ejército en las tareas de seguridad, el mandatario electo se ha comprometido a reducir la cifra de asesinatos y hechos de violencia en los primeros 100 días de su mandato.
La Cancillería detalló que en la ceremonia de traspaso de mando estarán presentes los presidentes de México, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, Surinam, Haití y Georgia, así como el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, quien se encuentra en el país desde el jueves.