El actual presidente de Taiwán, Ma Ying Jeou, es reelegido
El actual presidente de Taiwán, Ma Ying Jeou, fue reelegido este sábado en unas elecciones vistas como esenciales para una economía que ha crecido gracias a sus relaciones con China.
Con todos los votos computados, la Comisión Electoral Central dijo que Ma, del gobernante Partido Kuomintang, tuvo 51.6% de los votos. Su principal contendiente, Tsai Ing-wen, del Partido Democrático Progresista, obtuvo 45.6% de los votos, y James Soong, del Primer Partido del Pueblo, 2.8%.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a Ma por su triunfo: “Taiwán ha probado ser uno de los grandes éxitos de Asia”.
Ma defiende mantener el status quo con China bajo el “Consenso de 1992”. Se trata de un acuerdo tácito y ambiguo alcanzado hace 20 años entre Beijing y Taipei bajo el cual ambos acordaron el principio de “una China” sin aclarar cómo se define o interpreta este término.
El Consenso ha sido la base para el diálogo que ha llevado en años recientes a un aumento sin precedentes de las relaciones entre Taiwán y China.
Tsai, quien buscaba convertirse en la primera presidenta mujer de Taiwán, rechaza el Consenso de 1992. En cambió, ha llamado por un “Consenso de Taiwán” que lleva a algunos en Beijing a sospechar que estaba liderando una agenda proindependencia.
Se esperaba que regresaran al país para votar cerca de 200,000 personas, la mayoría de ellos con base en la China continental. El país no permite el voto en ausencia y se esperaba que el creciente número de taiwaneses expatriados fueran un factor determinante en la elección.
Algunas empresas rentaron aviones para llevar a sus empleados a votar, de acuerdo con el profesor Ray-Kou Wu, de la Universidad Fu Jen.
“Tradicionalmente, los líderes empresariales se niegan a hacer comentarios sobre asuntos políticos”, dijo Wu. “Pero hay un reconocimiento de que se necesita continuar con el Consenso de 1992 y que la mejor opción para la prosperidad de Taiwán es Taishang”.
La campaña de Tsai en la que decía que Ma había vendido la soberanía del país le costaron votos, según analistas.
Aunque el nombre oficial de Taiwán es “República de China”, este país se ha considerado independiente de la República Popular de China desde 1949, cuando el gobierno de Kuomintang o nacionalista perdió la guerra civil china y se retiró de Taiwán.
Aún así, China considera a Taiwán una provincia disidente, pero nunca ha usado la fuerza para alcanzar la reunificación.
Si lo hiciera, Estados Unidos podría intervenir bajo el Acto de Relaciones de Taiwán, una ley de 1979 que declara que la paz y la estabilidad en el área forman parte de los intereses de Estados Unidos, lo que genera temor de que desate un conflicto mayor.
La vocera del Departamento de Estado de EU, Victoria Nuland, felicitó a Ma y llamó a la elección "el último cimiento" para la democracia de Taiwán.
"Compartimos con la gente de Taiwán un profundo interés para continuar con la paz y la estabilidad", dijo en un comunicado este sábado.
Las relaciones entre Taiwán y Beijing se suavizaron en el 2008, cuando los dos gobiernos abrieron servicios directos de comercio, transporte y postales por primera vez.
El turismo se ha beneficiado, ya que 30% de los seis millones de visitantes extranjeros que recibe Taiwán viene de China. Las exportaciones también han traído la bonanza al país.
Por su parte, China, se ha contenido para no perturbar el status quo, en un marcado contraste con elecciones anteriores.
En 1996, reaccionó con furia a la primera elección presidencial en Taiwán, al creer que el favorito para ganar las elecciones, Lee Teng-hui, abogaba por una identidad separada y un Estado formal.
Beijing ha realizado dos pruebas con misiles en el Estrecho de Taiwán dirigidos a intimidar a los votantes mientras que Estados Unidos trasladó dos portaviones a la región. La postura de Beijing provocó el efecto opuesto al deseado y Lee ganó las elecciones con una amplia mayoría.
Desde entonces, Beijing ha adoptado un enfoque de no intervención.
El gobierno de Taiwán ha declarado que la elección es un asunto interno y hasta ahora no ha habido posiciones opuestas de parte de Beijing”, de acuerdo con Wu.
Peter Shadbolt, de CNN, y el periodista Antony Chen contribuyeron con este reporte