Las decisiones del capitán determinan la seguridad en caso de accidente

No importa cuán avanzado tecnológicamente sea un crucero, o cuán moderno sean los procedimientos de seguridad o cuán estricta sea la red de regulaciones internacionales, la seguridad de los pasajeros todavía depende de la buena toma de decisiones del capitán.
No queda claro si regulaciones más exigentes hubiesen marcado una diferencia en las decisiones del capitán Francesco Schettino , quien al parecer, desvió el barco de la ruta que debía seguir; abandonó el barco luego del desastre con pasajeros aún abordo, y se negó a retornar a la embarcación y dirigir la evacuación aun cuando ésta fue ordenada por las autoridades del puerto local, según se desprende de las transcripciones de las conversaciones entre las autoridades y el capitán.
“Debemos aprender la lección y si es necesario reexaminar las regulaciones de seguridad de barcos que llevan gran cantidad de pasajeros a bordo, luego de lo que estamos encontrando en la investigación” del Concordia, dijo el Secretario General del Organización Marítima Internacional (IMO por su sigla en inglés) Koji Sekimizu, en un comunicado el lunes.
Primero los pasajeros, después la tripulación, y luego el capitán
Un barco está sujeto a las leyes del país por el que porta bandera, usualmente llamado “administración de bandera” así como por las regulaciones de la IMO, que es una agencia que depende de las Naciones Unidas. Además, el barco está sujeto a las leyes del país en el que toca puerto.
Es decir que en el caso del Concordia, las leyes italianas también entran en acción. Schettino podría enfrentar cargos por homicidio sin premeditación, naufragio y abandono del barco con pasajeros a bordo , dijo el fiscal encargado del caso, Francesco Verusio.
Abandono de la embarcación es un crimen marítimo que ha estado en los libros durante siglos en España, Grecia e Italia, de acuerdo a la abogada romana Alessandra Batassa, aunque muchos países ya abandonaron esta figura penal hace mucho tiempo.
Por ejemplo en Estados Unidos la ley no tipifica el abandono del barco como un delito, pero es una tradición naval que el capitán es el último en abandonar la nave. “Si usted es el capitán de un barco, su responsabilidad es primero hacia sus pasajeros, segundo hacia su tripulación y por último usted,” dice Craig Allen, profesor de leyes de la Universidad de Yale y de la Academia de la Guardia Costera de Estados Unidos. El veterano de la Guardia Costera agrega que “es vergonzoso y deshonroso para el capitán invertir las prioridades”.
Regulaciones internacionales actuales
Según las actuales regulaciones internacionales, cada compañía de cruceros debe tener un plan de seguridad que detalle las responsabilidades en caso de emergencia.
Si hay fuego a bordo, el capitán hará sonar la alarma de emergencia general: siete toques cortos seguidos de uno largo, para indicar a la tripulación que debe actuar y para que los pasajeros vayan a sus puntos de encuentro, que fueron enseñados durante los simulacros.
Si el incidente es contenido, los pasajeros podrían retornar a sus actividades o bien abandonar la nave. “La decisión de abandonar la nave es tomada por el capitán,” dice Brad Schoenwald, inspector de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Los pasajeros pueden estar preparados
Aunque los desastres como el del Concordia son raros, los pasajeros tienen poco o nulo control sobre las habilidades de su capitán o tripulación, pero los pasajeros pueden tomar precauciones para tener un viaje seguro.
Antes de abordar haga copias de su pasaporte y tenga a la mano una bolsa con elementos de primera necesidad como medicamentos difíciles de reemplazar. Al abordar y llegar a su camarote, fíjese donde están los salvavidas y participe en el simulacro obligatorio.
Averigüe también, en caso de no poder llegar a su camarote, dónde puede obtener un salvavidas, y durante el viaje ponga su cartera, sus documentos y artículos de primera necesidad en el mismo lugar.
Cualesquiera que hayan sido las causantes del naufragio del Concordia, la mayoría de los pasajeros y la tripulación pudieron llegar a salvo a tierra firme, y aunque las imágenes del desastre puedan hacer que muchas personas desistan de tomar cruceros, los expertos dicen que sigue siendo una de las formas de transporte más seguras que existen.