Una ciudad del norte Nigeria vive en la incertidumbre por la violencia
Una ciudad del norte de Nigeria, blanco de bombas y una lluvia de balas, sigue en emergencia este domingo, después de las explosiones que mataron al menos a 157 personas y dejaron a la jefatura de policía y a otros edificios gubernamentales convertidos en ruinas carbonizadas.
Las autoridades levantaron el toque de queda diurno impuesto en Kano, la segunda ciudad más grande de la nación, después de los atentados que golpearon a ocho sitios del gobierno el viernes.
Sin embargo, otro toque de queda entre las 7:00 y las 6:00 (hora local), se mantuvo en la ciudad, de acuerdo con los residentes.
Impactados por los hechos violentos, los habitantes de Kano deambulaban por las calles, en busca de sus seres queridos. Otros se escondieron detrás de las puertas bloqueadas, demasiado asustados para salir por temor a que ocurrieran más atentados.
"Esa es la parte que da miedo, no saber", dijo Faruk Mohamed, de 27 años, quien vive cerca de una de las estaciones de policía que fue bombardeada. "No sabemos qué va a pasar después, nadie pensaba que esto iba a suceder aquí. Hay un sentimiento general de desesperanza".
Los ataques combinaron disparos y bombas, y se dirigieron contra varios sitios de la policía, la oficina de pasaportes, instalaciones de seguridad del estado así como de inmigración, según las autoridades.
Durante el ataque, los asaltantes entraron a la estación de policía, liberaron a detenidos e hicieron estallar bombas, según las autoridades.
Después recorrieron la zona a bordo de un auto y motocicletas al mismo tiempo que disparaban.
"Conté al menos 25 explosiones...", dijo Mohammed. "Luego hubo un silencio sepulcral. Kano es una ciudad bulliciosa... He vivido aquí durante años y nunca ha sido tranquilo, incluso en la noche. Pero después de los atentados se detuvo, el único ruido que se oía eran los perros ladrando".
Se espera que aumente el número de muertos, de acuerdo con un oficial militar que no quiso ser identificado porque no está autorizado a hablar con los medios de comunicación.
"Los hospitales no están equipados para hacer frente a la afluencia y la gravedad de las lesiones, por lo que se espera que esa cifra suba", dijo el funcionario.
Nwankpa Nwankpa, funcionario de la Cruz Roja en la capital, dijo que las operaciones de búsqueda y de rescate están en marcha y que los voluntarios están trabajando para atender a unas 50 personas heridas.
El grupo islamista Boko Haram , cuyo nombre significa “la educación occidental es sacrilegio”, se atribuyó la responsabilidad del ataque durante una llamada telefónica al diario Daily Trust, de acuerdo con periodistas del mismo.
El grupo ha sido acusado de meses de derramamiento de sangre, con iglesias y estaciones de policía entre los blancos.
El norte de Nigeria ha sido azotado por la violencia religiosa en semanas recientes, con una serie de ataques a principios de enero que mataron a al menos 25 cristianos.
Nima Elbagir y Faith Karimi contribuyeron con este reporte