El "pobre" inglés de una aspirante a concejal de Arizona frena su registro
Cuando Alejandra Cabrera habla inglés, no lo hace con la misma fluidez que cuando habla en su idioma natal, el español. En lugar del tono seguro y fuerte con que se dirige en español a los residentes de San Luis, Arizona, cuando habla en inglés lo hace más lento y quizá con un poco menos de convicción. Eso es algo que ella reconoce, pero afirma que puede comunicarse en inglés en el nivel necesario y que puede, por tanto, ser concejal en esta comunidad de gran mayoría de origen hispano. La justicia no pensó lo mismo.
Cuando Cabrera se postuló para el Consejo Municipal, Juan Carlos Escamilla, exalcalde de San Luis, manifestó su preocupación por el hecho de que ella no contara con el nivel apropiado del idioma para desempeñar el cargo. Escamilla presentó un recurso legal en diciembre que solicitaba a una corte determinar si bajo el estado de derecho, las habilidades con el idioma de Cabrera le permitían competir por un asiento en el Consejo. Un juez le ha negado ahora presentar su registro por no dominar lo suficientemente bien el idioma.
Los abogados de la mujer argumentan que la ley electoral no establece el nivel de inglés "aceptable" para presentar una candidatura y que el juez tomó una decisión arbitraria. El dictamen provocó la protesta entre la comunidad hispana del lugar, que argumentan que tienen derecho de elegir a la persona que les represanta no en función de su nivel de inglés.
Cabrera, al igual que muchos ciudadanos de la frontera de San Luis, se esfuerza por perfeccionar su inglés. En esta ciudad, el 87% de los habitantes habla en sus hogares otro idioma que no es inglés y el 98.7% son de origen hispano, según información del Censo de EU 2010.
Según la misma población, la mayoría de la gente en esta región habla en inglés y español. En la comodidad de asentamientos comunitarios, hablarán de la manera que más les acomode: muchos de los restaurantes de ahí estarán complacidos de tomar su orden en español. Es parte de la cultura de la ciudad.
“Si vas a un mercado, es español”, dijo Cabrera a The New York Times. “Si vas al doctor, es español. Cuando pagas las cuentas de luz o agua, es español”. Entonces, ¿por qué la atención en Cabrera y sus habilidades con el idioma? Porque cuando se trata de política, es un juego completamente distinto.