¿Hacia dónde se dirige la crisis siria?
Diez meses después de la revuelta en Siria, los enfrentamientos mortales entre los combatientes de la oposición y las fuerzas gubernamentales se han extendido a los suburbios a tan sólo 15 minutos del centro de la capital, Damasco.
¿Qué es lo nuevo?
La oposición dijo que los intensos combates continuaron el lunes entre las fuerzas sirias y el Ejército de Liberación Sirio a las afueras de Damasco, donde aquellas han estado luchando para recuperar los barrios de Saqba y Maleiha que se ubican incómodamente cerca de la sede del poder del presidente Bashar al-Assad en la capital.
Montones de personas murieron el lunes a través de toda Siria, incluyendo 22 en Homs, seis en Daraa, cinco en Damasco y una en Idlib, de acuerdo con los Comités de Coordinación Local de la oposición.
Otro grupo de la oposición denunció actos de violencia en Rastan, Daraa, y otros pueblos y ciudades a través de Siria.
En un lugar de Homs, las fuerzas sirias lucharon para recuperar un barrio de manos del ejército rebelde y de los manifestantes contra el gobierno, según un activista de la oposición que pidió que no se revelara su identidad por el temor a las represalias del gobierno.
Los muertos y heridos cubrían las calles del barrio, que estaba bajo estado de sitio, dijo el activista.
Más de 5,000 personas han muerto desde marzo, cuando el gobierno lanzó una ofensiva contra los manifestantes, de acuerdo con las Naciones Unidas. Los grupos de oposición estiman una cifra de muertos más alta, con un recuento de cerca más de 7,000 personas.
¿Cómo está reaccionando la comunidad internacional?
La Liga Árabe suspende su misión de observación en Siria el sábado, reuniendo a todos sus observadores en el país en Damasco conforme aumenta la violencia.
Mientras que algunos monitores de la Liga Árabe saldrán del país, otros se quedarán en Damasco, pero ninguno de ellos podrá conducir alguna misión en este momento, de acuerdo con Ali Erfan, asesor principal del secretario general de la Liga Árabe, Nabil el-Araby.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está considerando un proyecto de resolución que llamaba al asediado presidente Bashar al-Assad a dimitir y transferir el poder.
Rusia, que mantiene relaciones comerciales con Siria, ha propuesto su propio proyecto de resolución de la ONU que responsabiliza por igual de la violencia tanto a al-Assad como a la oposición, pero esa es una opción rechazada por Occidente.
En octubre, Rusia y China emitieron un raro veto doble sobre una resolución que carecía de sanciones, pero que habría condenado la violencia en Siria. El proyecto que ahora se tomará en cuenta también carece de sanciones, pero es más duro que la versión anterior y no dice nada acerca de la transferencia del poder.
El régimen sirio ha estado bajo presión internacional para detener la represión, mientras que las Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y algunos miembros de la Liga Árabe han pedido que dimita el presidente al-Assad.
¿Qué lograron los monitores de la Liga Árabe en Siria?
La misión de monitoreo de la Liga Árabe en Siria ha sido criticada por no poner fin a la represión mortal del régimen de al-Assad en todo el país hacia los manifestantes contra el gobierno.
Sin embargo, el jefe de los observadores de la Liga Árabe de Siria, el general sudanés Mohammed Ahmed al-Dabi, dijo que la misión no fue diseñada para poner fin de inmediato a la violencia, sino para investigar y observar la situación.
La elección de Al-Dabi para dirigir la misión fue polémica en sí misma: él formaba parte del cuerpo de seguridad de Sudán que puso fin a la rebelión en la región separatista de Darfur, hace una década.
Sin embargo, un experto dice que la misión de la Liga Árabe, que comenzó el 26 de diciembre, mantuvo la atención del mundo centrada en Siria en un momento en que la ésta comenzaba a diluirse.
"La presencia de monitores sirvió para galvanizar a la oposición, y hemos visto un aumento en el número de manifestaciones y actividades contra el gobierno durante ese período de tiempo", dijo a CNN el profesor Chris Phillips de la Universidad Queen Mary de Oriente Medio en Londres. "Sin embargo, como consecuencia también hemos visto que el gobierno intensifica la represión visible contra los manifestantes".
Mientras que los críticos dicen que al-Assad ha utilizado la misión de la Liga Árabe como una tapadera para continuar la represión de las protestas en Siria, Phillips dice que era importante que la Liga hubiera actuado sobre la crisis de Siria antes de que el tema escalara a las organizaciones más grandes.
"La Liga Árabe ya ha agotado sus propias opciones internas y ahora es notable por haber tomado medidas para tratar de resolver la crisis", dijo Phillips. "Ahora parecería legítimo que la Liga Árabe acuda a organizaciones más grandes, sin duda las Naciones Unidas, para que tomen acciones por sí mismas".
Los estados individuales de la Liga Árabe han pedido a al-Assad que dimita, pero la organización en su conjunto no ha logrado presentar una resolución similar, y Phillips dice que es poco probable que eso cambie en el corto plazo.
"Aunque parece probable que va a tomar lugar alguna negociación interna (en una resolución), ciertamente parece muy poco probable que Líbano o Iraq, estados que están aliados con eficacia a Irán y Siria, nunca se unirán a los llamados para que dimita al-Assad", dijo Phillips
¿La comunidad internacional intervendrá como lo hizo en Libia?
Nada va a pasar en términos de intervención militar en Siria a menos que Rusia cambie su postura actual, de acuerdo con Phillips.
"Rusia ha dicho claramente que no va a apoyar cualquier acción que pusiera en riesgo a al-Assad de ser expulsado del poder", dijo Phillips a la cadena CNN.
"Si Rusia diera el mismo tipo de luz verde para Siria, como lo hizo por Libia, hay todas las posibilidades de que pudiéramos ver una intervención militar, probablemente procedente de Turquía", dijo Phillips. "Pero Turquía ha dicho que está muy reacia a intervenir a menos que tenga el respaldo de la OTAN o de la ONU".
¿Está la oposición unida contra el régimen de al-Assad?
Cuanto más dure la lucha en Siria, dicen activistas y diplomáticos occidentales, más radicalizada se convertirá la revolución.
Elementos marginales de grupos extremistas musulmanes se están moviendo en divisiones sectarias conforme cunden los sentimientos de desesperación en algunas agitadas ciudades sirias.
Mientras la sitiada ciudad de Homs ha sido tradicionalmente un lugar de tolerancia religiosa, "hay un verdadero sentimiento ahora de que eso está cambiando y está siendo manipulada por gente de ambos lados" del conflicto, de acuerdo con Phillips.
El presidente al-Assad pertenece a la secta musulmana alawita, mientras que los musulmanes sunitas son mayoría en Siria.
"La vieja clase de comerciante sunitas sienten de la ciudad de ellos y ahora están volteando la vista hacia los alawitas, a quienes ven como los recientes migrantes que en realidad no pertenecen a la ciudad", dijo Phillips.
Muchos cristianos han huido a Damasco conforme las comunidades comienzan a dividirse en líneas sectarias. Los salafistas, los radicales islámicos, muchos de los cuales han traído las tácticas de terror perfeccionado del vecino Iraq, se están moviendo hacia Homs.
Seguidores de la línea dura dentro y fuera del país ya están compitiendo por el poder posterior a al-Assad, mientras que la comunidad alawí teme la perspectiva de una persecución si el gobierno cae.
"El régimen está tratando de persuadir a los alawitas que si abandonan el gobierno, será eliminados en una verdadera carnicería", dijo Phillips.
Arwa Damon y Nic Robertson de CNN contribuyeron con este reporte.