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Bernardo Sepúlveda-Amor, un juez con una larga trayectoria diplomática

El nuevo vicepresidente de la Corte Internacional de Justicia tiene una amplia trayectoria en la docencia y la diplomacia
mar 07 febrero 2012 01:12 PM
Especial
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El juez mexicano Bernardo Sepúlveda-Amor, de 70 años, fue elegido vicepresidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en sustitución del juez eslovaco Peter Tomka, informó la corte este lunes.

Sepúlveda-Amor nació en la Ciudad de México, y estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de donde se graduó en 1964. Es miembro honorario del Colegio de las Reinas, en la Universidad de Cambridge; tiene doctorados por la Universidad de San Diego y por la de Leningrado y  es miembro honorario de la Fundación Rockefeller.

Dos años después de graduarse, Sepúlveda-Amor comenzó su carrera como docente, al impartir las clases de Derecho Internacional y de Organizaciones Internacionales en el Colegio de México.

También impartió cátedra en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, en el Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE), en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en el Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos; la Academia de la Haya de Derecho Internacional y el Instituto de Estudios Europeos, dependiente del Colegio de México.

Sepúlveda-Amor tiene una larga trayectoria en el servicio público, la cual comenzó en 1968, durante la parte final del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, cuando fue nombrado subdirector de asuntos legales de la secretaría de la Presidencia, cargo que dejó en 1970.

Entre 1971 a 1973, durante el sexenio de Luis Echeverría, Sepúlveda-Amor fue director del programa de inversión extranjera, y entre 1976 y 1980, durante el sexenio de José López Portillo, director general de asuntos internacionales de la secretaría del Hacienda.

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Una carrera de cara al exterior

En 1982, Sepúlveda-Amor inició su carrera diplomática al ser nombrado embajador de México ante los Estados Unidos. Ese mismo año, asumió la cartera de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñó durante el sexenio de Miguel de la Madrid.

La mayor parte del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, entre 1989 y 1993, fue embajador de México ante el Reino Unido e Irlanda.

Cuando fue secretario de Relaciones Exteriores, Sepúlveda-Amor estableció junto a sus pares de Venezuela, Panamá y Colombia el Grupo Contadora, una organización multilateral que buscó la paz en Centroamérica, principalmente en El Salvador, Guatemala y Nicaragua.

También estableció junto a sus pares de Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela el Grupo de los Ocho, conocido actualmente como el Grupo de Río, un mecanismo que promueve la cooperación entre los países latinoamericanos.

En Naciones Unidas, el juez inició su carrera como miembro de delegaciones mexicanas en varias conferencias. En 1980 fue nombrado presidente de la Comisión de la ONU para Corporaciones Transnacionales, y entre 1996 y 2005 fue miembro de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU.

En el ámbito de la iniciativa privada, Sepúlveda-Amor fue consejero general de la constructora ICA entre 1997 y 2005.

El mexicano también fue juez ad hoc en la Corte Internacional de Justicia con respecto al caso Avena, en el cual México denunció que Estados Unidos no ofreció a detenidos y condenados a muerte mexicanos su derecho a contactar con su consulado más próximo, reconocido internacionalmente en tratados suscritos por ambos países.

Actualmente, Sepúlveda-Amor es presidente de la Sociedad Latinoamericana de Derecho Internacional, cargo en el que fue electo en febrero de 2010.

También es miembro del consejo ejecutivo de la organización gubernamental Transparencia Mexicana.

En 1984, recibió de manos del rey Juan Carlos de España el Premio Príncipe de Asturias en el ámbito de la cooperación internacional. En 1985, la Unesco le otorgó el Premio Simón Bolívar. Sepúlveda-Amor también ha recibido diversas condecoraciones por parte de gobiernos extranjeros.

La Corte Internacional de Justicia —la cual actualmente tiene 13 casos en su lista de espera— se encarga de dirimir disputas legales entre los países, y también ofrece opiniones sobre asuntos legales que son enviados por otros órganos de las Naciones Unidas.

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