El gobierno argentino anuncia una declaración sobre las Islas Malvinas
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha convocado a los medios de comunicación locales este martes para pronunciarse en torno a las crecientes tensiones entre Argentina y Gran Bretaña por las Islas Malvinas, poco antes de que se conmemoren los 30 años del conflicto entre ambos países por el territorio.
Kirchner ha reunido a los políticos del partido gobernante y de la oposición, diplomáticos y veteranos de la guerra de 1982 para un anuncio previsto para este martes en la tarde.
La especulación de los últimos días sobre las medidas que puede tomar Argentina es el corte de la conexión aérea entre las Malvinas y el territorio continental de América del Sur mediante la prohibición de vuelos de la aerolínea chilena LAN. De acuerdo con esta hipótesis, las aeronaves de Chile no podrán usar el espacio aéreo argentino para volar a las islas. Se trata de vuelos de mercancías y de pasajeros.
Argentina ya prohíbe la entrada de los barcos de las Islas Malvinas a sus puertos, una medida que también aplican otros países de América del Sur y el Caribe.
"Si el vuelo de LAN Chile se cancela, sería muy difícil resistirse a la tesis ya creíble de que hay un bloqueo económico a la población civil de las Malvinas", afirma un alto diplomático británico en la región, citado por el periódico inglés The Guardian la semana pasada.
Aunque Gran Bretaña ganó la guerra de 1982, expulsando a un grupo de militares argentinos, Argentina aún reclama el territorio, que ha estado bajo dominio británico desde 1833. Gran Bretaña sostiene que los 2,500 habitantes de las Malvinas tienen derecho a decidir su nacionalidad, que hasta ahora ha sido británica.
"Apoyamos el derecho de las Malvinas a la libre determinación, y lo que los argentinos han dicho recientemente es en realidad de una actitud colonialista, ya que estas personas quieren seguir siendo británicas", dijo David Cameron el mes pasado.
Las tensiones entre Londres y Buenos Aires se incrementaron cuando Gran Bretaña envió al príncipe Guillermo a las Malvinas como piloto de un helicóptero militar.
"El príncipe Guillermo viene como miembro de las fuerzas armadas de su país", según indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina en un comunicado. "El pueblo argentino lamenta que el heredero real venga como militar y no con la sabiduría de un hombre de Estado que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las naciones". La presencia del príncipe en las islas coincide con un despliegue militar de apoyo de 1,700 efectivos en la base de Mount Pleasant en Las Malvinas.
La Armada Real británica decidió enviar el buque de guerra HMS Dauntless destructor hacia el Atlántico sur, medida que el Ministerio de Defensa británico consideró un despliegue de rutina, según informaron los medios británicos. Un submarino nuclear también se ha dirigido a las Islas Malvinas, de acuerdo con las mismas fuentes.
¿Por qué además de apoyar a los habitantes de las Malvinas los británicos quieren aferrarse a las islas? La respuesta puede estar en las zonas de pesca alrededor de las islas que representa un negocio lucrativo, donde se desarrolla una industria de petróleo cada vez mayor.
Argentina también tiene intereses económicos, pero los analistas dicen que el estancamiento de la crisis actual tiene mucho que ver con la política interna. "Están exprimiendo al gobierno por diferentes vías, por lo que una manera de distraer la atención de los problemas económicos que enfrenta el país es elevar el tema de las Malvinas", dijo Mark Jones, un experto en política latinoamericana en la Universidad Rice en Texas a la cadena CNN. "Es uno de los pocos temas fuera del futbol que puede conseguir un consenso universal".
Y en Argentina, el futbol ayuda a alimentar las tensiones. Este viernes comienza la temporada en la máxima categoría del futbol local, la liga se llamará Crucero General Belgrano, como el barco de guerra argentino hundido por un submarino británico durante el conflicto de hace 30 años. Argentina perdió 323 marineros en el hundimiento de 1982, casi la mitad de las bajas totales durante la guerra. Gran Bretaña afirma que en 74 días de guerra perdieron la vida 255 soldados y civiles.