Obama apela a China a cumplir las normas económicas internacionales
El presidente de Estados Unidos recibió este martes en la Casa Blanca al vicepresidente chino, Xi Jinping, en un encuentro en el que Obama marcó la pauta para las futuras relaciones entre las dos potencias mundiales.
Obama dijo que el meteórico avance de China como potencia económica implica la responsabilidad de garantizar flujos comerciales equilibrados. “Hemos tratado de hacer hincapié en que, debido a un desarrollo extraordinario de China en las últimas dos décadas, con el creciente poder y la prosperidad vienen también mayores responsabilidades", dijo Obama en el despacho Oval frente al vicepresidente chino. “Queremos trabajar con China para asegurarnos que todos lo hacen con las mismas reglas cuando se refiere al sistema económico mundial”, agregó.
Durante la bienvenida a Xi, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Estados Unidos y China no siempre se verán a los ojos, pero ambas potencias mundiales comparten preocupaciones importantes.
“Un signo de fuerza y madurez en nuestra relación es que podemos hablar francamente sobre nuestras diferencias”, dijo Biden. “Esta relación bilateral es una de las más importantes en el mundo”. Xi dijo que busca pláticas a profundidad y francas, y que esperaba colaborar con un amplio sector del pueblo estadounidense.
El viaje a Estados Unidos ha empujado a Xi, que se espera que se convierta en el próximo líder del Partido Comunista de China a finales de año, y por tanto en el centro del escenario en la prensa estadounidense y china. El presidente Hu Jintao hizo un viaje similar hace 10 años cuando se preparaba para el cargo.
Las autoridades chinas son conscientes de las preocupaciones de Estados Unidos, pero Xi se enfrenta al reto de mantener a cientos de millones de trabajadores en China, donde la presión de los últimos años se empieza a aliviar con el crecimiento económico.
El gobierno de Beijing está tratando de resolver cómo hacer frente a los rápidos aumentos de precios y la brecha creciente entre ricos y pobres. Además, encara los disturbios entre los tibetanos en la provincia suroccidental de Sichuan. Se han enviado fuerzas de seguridad adicionales a la región después de que manifestantes tibetanos se prendieron fuego y se enfrentaron con la policía para expresar su frustración con el gobierno chino.
La visita de cinco días de Xi ha recibido una amplia cobertura en la prensa estatal en China. “Estados Unidos nunca ha conocido a un competidor como China”, indició este lunes en un editorial el diario Global Times, publicado por el Partido Comunista, e hizo notar el poderío de China en el área de manufactura y en las exportaciones.
El viaje de Xi comenzó este lunes con una cena en Washington, a la que asistieron los exsecretarios de Estado Henry Kissinger y Madeleine Albright. Recibió una menos cordial bienvenida de activistas tibetanos que desplegaron una manta este lunes en el Puente Memorial de Arlington, en Washington, y fueron detenidos por la policía.
Xi, de 58 años, está muy bien preparado en asuntos económicos, de acuerdo con Jon Huntsman, el exprecandidato presidencial republicano, y quien fue embajador de Estados Unidos en China entre 2009 y 2011.
Según una encuesta publicada por CNN en mayo de 2011, la mayoría de los estadounidenses, un 54%, tiene una opinión desfavorable sobre China, contra un 45% a favor.
Sin embargo, una mayoría, el 47%, ven a China como un amigo, a diferencia del 15% que ven al país como un aliado, el 26% que lo ven como hostil, y el 11% que lo ven como enemigo.
Según una encuesta de CNN publicada en noviembre de 2010, la mayoría de los estadounidenses, el 58%, ven a China como una amenaza comercial, frente al 35% que no lo consideran así.