Reos de la prisión hondureña rompieron el techo para huir del fuego
Sobrevivientes de la tragedia registrada hoy en la Granja Penal de Comayagua de Honduras relataron hoy que se salvaron porque rompieron el techo de sus celdas, luego de que ninguna autoridad del recinto les ayudaba. Hasta ahora, fuentes oficiales han informado a CNN que son más de 300 los muertos y la cifra podría seguir aumentando.
Tras desatarse el incendio , cerca de la medianoche del martes, los reos pidieron ayuda para salir de sus celdas y salvarse, pero no la recibieron, según los tres sobrevivientes que hablaron con la agencia EFE en el lugar de la tragedia.
"Nadie abrió los portones, nos cansamos de gritar; tuvimos que saltar nosotros cuando ya (el centro penal) agarró fuego en forma. Tuvimos que saltar por el (techo de) zinc para afuera", relató uno de los reos.
"No sabemos cómo fue, nos dimos cuenta hasta que vimos humo (...) El fuego fue tan tremendo que no podíamos salir de la bartolina (calabozo), gracias a Dios estamos vivos", dijo a los periodistas otro sobreviviente que se identificó como Heber López Hernández.
"Tuvimos que romper el zinc (para) podernos salir", coincidió otro recluso, quien explicó a EFE que el funcionario responsable de abrir las celdas "tiró las llaves" y abandonó el lugar.
El mismo prisionero relata que después de salir de las celdas, tuvieron que saltar los muros de la penitenciaría para ponerse a salvo del fuego. Pero en ese momento los guardias comenzaron a dispararles para evitar una fuga. "Algunos sí se querían ir, algunos otros no, pero no todos", relató.
Comienza la lenta identificación de cuerpos
Las autoridades comenzaron el traslado de los cadáveres en contenedores desde el lugar de la tragedia hacia la Dirección de Medicina Forense en Tegucigalpa, para las autopsias y el reconocimiento legal.
Familiares de muchos fallecidos acompañaron los restos en vehículos del gobierno nacional facilitados por decisión del presidente hondureño, Porfirio Lobo.
Exigieron que se agilice la identificación de los cuerpos, mientras personal forense continúa rescatando cadáveres calcinados.
Una mujer, familiar de dos internos, se manifestó desconcertada por no saber el paradero de sus hermanos: "No sé si están vivos o están muertos", manifestó, y los identificó como Christian Josué y José Adalberto Cáceres Hernández.
Algunos parientes han confirmado por otras fuentes la muerte de su ser querido, mientras que otros lo deducen por lógica tras conocer la lista de supervivientes de la tragedia. La incertidumbre es mayor para aquellos que no saben si su familiar murió o estaría entre los que supuestamente se habrían fugado.
