La ONU denuncia la sobrepoblación en las cárceles latinoamericanas
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (OACDH) de la ONU lamentó este viernes las muertes ocurridas tras un incendio en una prisión en Honduras, y mostró su preocupación por las condiciones de las prisiones en América Latina.
“Los problemas que afectan a las prisiones no están confinados a Honduras. En semanas recientes ha habido una ola de violencia en prisiones a través de América Latina, lo que resultó en pérdida de vidas en Uruguay, Argentina, Venezuela y Chile”, dijo el vocero Rupert Colville, según un comunicado distribuido por la OACDH.
La violencia en las prisiones “es una directa consecuencia de problemas endémicos incluidos la sobrepoblación, la falta de acceso a servicios básicos como falta de espacio, agua potable, comida, cuidados médicos y la falta de normas básicas sanitarias e higiénicas”, afirmó Corville, que también criticó la lentitud de la justicia para avanzar en culminar con los procesos jurídicos de los reos, y el "abuso" del uso de la prisión preventiva.
Corville recordó que las condiciones de las prisiones en América Latina han sido criticadas repetidamente por reportes de organismos de la ONU los cuales han emitido recomendaciones. “Urgimos a los gobiernos de la región a actuar en base a dichas recomendaciones para prevenir futuras tragedias”, afirmó.
El vocero recordó que los Estados están obligados a asegurar que las condiciones de detención sean compatibles con la prohibición del trato o castigo inhumano o degradante, y el que involucre tortura. “Todos los individuos privados de su libertad tienen el derecho de ser tratados con humanidad y con respecto a la dignidad de la persona humana”, agregó Corville.
La OACDH pidió una investigación independiente que determine las causas del incendio en Honduras, y solicitó a las autoridades que tomen las medidas necesarias para evitar que suceda una nueva tragedia.
Corville recordó que en la prisión de Comayagua estaban recluidos más de 800 reos cuando se desató el incendio, en instalaciones destinadas a sólo 250 detenidos. El número de muertos por el incendio se elevó este jueves a 382, mientras se conocieron nuevos detalles sobre lo ocurrido cuando se desató el incendio.
Funcionarios hondureños transportaron cuerpos de la prisión a la capital, Tegucigalpa, donde los investigadores trabajan en identificar a las víctimas. Las causas del incendio no se han dado a conocer, y el gobierno ha pedido paciencia durante la investigación.
Un mexicano que estaba interno en el penal es uno de los desaparecidos, ya que no se encuentra en la lista de sobrevivientes ni consta que haya muerto. Su estado actual es “no localizado”, según informó este viernes la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mediante un comunicado de prensa. La Embajada de México en Tegucigalpa estableció comunicación con otro mexicano que sobrevivió al incendio, y se encuentra en buen estado de salud, agregó la dependencia, que informó que no hay más registros de mexicanos en el penal.
Hasta este viernes por la mañana, se han realizado 20 autopsias y han sido entregados nueve cuerpos, reportó CNN en Español. La hipótesis de que el incendio de un colchón inició todo está ganando fuerza, dijo este jueves el comandante de Bomberos, Jorge Turcios.
Los presos se han quejado de que los guardas tardaron en abrir las puertas para permitirles escapar del fuego. Un sobreviviente dijo que los prisioneros lograron salir de las instalaciones como pudieron .
Un testigo, Carlos Alfredo García Zepeda, dijo a CNN que escuchó disparos cuando se desató el incendio , y afirmó que los bomberos tardaron unos 40 minutos en llegar a la prisión.
El incendio en Comayagua es el siniestro más mortífero ocurrido en una prisión en América Latina en los últimos 25 años.
Elvin Sandoval y Catherine E. Shoichet contribuyeron con este reporte.