'El Chaparro', un héroe de la prisión de Comayagua, será indultado
En la tragedia de la prisión de Comayagua, en Honduras, surgió un héroe: Marco Antonio Bonilla, de 50 años, quien tras desatarse el voraz incendio que provocó la muerte de cientos de reos pudo salvar la vida a varios de sus compañeros.
Conocido como El Chaparro, expuso su vida “increíblemente” para rescatar de las celdas a sus compañeros abriendo los barrotes de la celda 10 para que pudieran escapar de las llamas, iniciadas en la celda seis, según relató el presidente de Honduras, Porfirio Lobo.
Bonilla lleva casi 18 años en prisión y le restan cuatro y medio para cumplir su condena. Se le culpó por la muerte de una persona y las heridas causadas a otras dos cuando salió en defensa de su padre, Pedro Bonilla, quien era víctima de una supuesta agresión, según el diario local La Tribuna.
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, dijo que le concederá el indulto al reo por su acto de valor durante la tragedia en la Granja Penal de Comayagua, ocurrida hace una semana. Bonilla ingresó a la cárcel en mayo de 1994.
Sin embargo, por su buen comportamiento, según prensa local hondureña, fue enviado pocos años después a Tegucigalpa a capacitarse como auxiliar de enfermería, actividad que desempeña en la Granja Penal de Comayagua, donde también le dicen "El Enfermero".
Su padre, Pedro Bonilla, de 91 años, está enfermo y desea ver a su hijo, según Vilma Bonilla, hermana del prisionero. Marco Antonio ha evitado dar entrevistas a los medios locales, pero a través de uno de sus compañeros en la Granja Penal de Comayagua, la cárcel siniestrada, ha dicho que su anhelo es ver a su padre con vida.
El presidente Lobo también anunció que indultará a varias reclusas de una cárcel cercana a Tegucigalpa que ya cumplieron su condena, pero siguen presas por no tener recursos para pagar una multa, aunque no dio más precisiones.
El fiscal general del Estado, Luis Rubí, dijo que los primeros resultados de las investigaciones que lleva acabo el Ministerio Público y un grupo de expertos de Estados Unidos indican que el incendio fue accidental , además de que no hay indicios de que haya habido disparos en contra de los presos por parte de los guardias.
El sistema penitenciario de Honduras padece de un alto nivel de hacinamiento en sus 24 cárceles, preparadas para albergar hasta 8,280 personas, y además está afectado por una mora judicial, puesto que el 52% de los más de 13,000 prisioneros no han sido condenados, según datos oficiales.