Talibanes atacan aeropuerto afgano en venganza por la quema del Corán
Un coche bomba explotó en el aeropuerto de Jalalabad en el este de Afganistán, cerca de una base de la OTAN, el ataque es parte de una serie de acciones violentas impulsadas por la quema de coranes en una base de Estados Unidos.
Al menos nueve personas murieron y 12 resultaron heridas en la explosión cercana a la puerta delantera del aeropuerto. No hubo bajas de la OTAN , dijo a CNN el general Hazim Abdulá Stanikzai, jefe de la policía provincial.
Los Talibanes se atribuyeron la responsabilidad del atentado , diciendo que era una represalia por la quema de coranes en una base de Estados Unidos.
En un comunicado el grupo dijo que esperan que "estos ataques continúen con la ira del pueblo".
La insurgencia en Afganistán se dispersó, y no estaba claro si el ataque cerca de la base de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF por sus siglas en inglés) tenía relación con la quema del Corán o si se trataba de un ataque planeado desde hace tiempo por los talibanes.
Los talibanes también afirmaron estar detrás del envenenamiento de los alimentos en un comedor en la Base de Operaciones de Torkham, cerca de la frontera entre Afganistán y Pakistán. Este también fue un ataque de represalia, dijo el grupo.
La ISAF confirmó que la comida en la base parece haber sido alterada durante el fin de semana.
"Nadie se enfermó. Un trabajador del comedor en Afganistán fue con sus líderes en el FOB y dijo que algo había sido envenenado", dijo el mayor David Eastburn, un portavoz de la ISAF.
"El servicio de comedor se cerró y se encontraron rastros de cloro en el café y la fruta. Los soldados están comiendo raciones preparadas y nadie fue afectado. Hay una investigación completa para determinar quién es el responsable".
Los talibanes con frecuencia exageran sus reclamaciones o se atribuyen la responsabilidad por los ataques que más tarde resultan ser obra de otro grupo.
Aun así, la explosión y la noticia del incidente de envenenamiento llegan luego de una semana de protestas violentas en Afganistán que ha dejado decenas de muertos, entre ellos cuatro soldados estadounidenses.
Funcionarios estadounidenses, entre ellos el presidente Barack Obama, han pedido disculpas por la quema del Corán. Un funcionario militar —que habló bajo condición de anonimato— dijo que los materiales eran de la biblioteca de un centro de detenidos y que había "inscripciones" que parecían ser utilizadas para "facilitar las comunicaciones extremistas".
A pesar de las disculpas, no se han detenido las protestas de los musulmanes en Afganistán, quienes creen que el Corán es la palabra de Dios y profanarla es una afrenta, es un acto de intolerancia y de fanatismo.
Los manifestantes atacaron el domingo una base militar de Estados Unidos en la provincia norteña de Kunduz, dijo el portavoz de la policía, Sayed Sarwar Hussaini.
Algunos lanzaron granadas a la base, hiriendo a siete, el personal de Estados Unidos cree que son miembros de las Fuerzas Especiales, dijo.
La Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, dijo el domingo que los disturbios y la focalización contra los estadounidenses "tiene que parar".
Instó a los afganos a cumplir con el llamado a la calma de su presidente, Hamid Karzai.