La oposición siria anuncia una retirada "táctica" de un enclave de Homs
Los tanques del régimen sirio se trasladaron este jueves hacia Baba Amr, el asediado barrio de Homs, donde las fuerzas de seguridad entraron en las casas y los francotiradores tomaron posiciones en los tejados de los edificios del gobierno.
Mientras, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja siria obtuvieron luz verde de las autoridades sirias para entrar a Baba Amr y entregar ayuda, así como iniciar las evacuaciones, dijo este jueves una vocera de la organización humanitaria.
La opresión provocó que las fuerzas de oposición se retiraran, según dijeron los mismos activistas.
La FSA, la fuerza de resistencia contra el gobierno, dijo el jueves que había decidido retirarse estratégicamente para procurar el bien de los civiles que permanecen en el interior del barrio. Aseguran que las condiciones humanitarias son deprimentes y les faltan armas para defender a los civiles.
La oposición señaló que alrededor de 4,000 civiles se negaban a salir del barrio, e instaron a la Cruz Roja Internacional a entrar de inmediato para retirar a todos los civiles.
Baba Amr, foco de la resistencia contra el régimen, ha sido bombardeado por las fuerzas sirias durante más de tres semanas, pero los combatientes de la resistencia han luchado y la mayoría de los civiles han permanecido en el lugar.
El Ejército entró en Baba Amr en medio de lo que un activista llamó "baño de sangre" en el barrio, que ha sido bombardeado sin descanso desde hace más de tres semanas, dijo Avaaz, un grupo de activistas anti-gobierno.
"Hay cuerpos en la calle. Los residentes nunca han estado más desesperados. No hay comida, ni medicinas y los civiles están derritiendo nieve para obtener agua potable", dijo Alice Jay, un funcionario de Avaaz.
Las fuerzas sirias hicieron caso omiso de una abrumadora mayoría que respaldó una resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que condenó las "violaciones sistemáticas y generalizadas de los derechos humanos" en Siria, y llamó al régimen a permitir el apoyo de los grupos de ayuda.
Así mismo, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió a las autoridades sirias conceder a Valerie Amos, secretaria adjunta de Asuntos Humanitarios y coordinadora de Socorro de emergencia, "el acceso inmediato y sin trabas" a Siria.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, dijo que no se le había concedido a Amos la autorización para visitar Siria "en el momento oportuno, a pesar de las reiteradas peticiones e intensos contactos diplomáticos encaminados a lograr la aprobación de Siria”.
La violenta represión de Siria contra los manifestantes, que piden una serie de reivindicaciones políticas y sociales, comenzó a mediados de marzo del año pasado.
La ONU estima que 7,500 personas han muerto desde entonces , mientras que los Comités Locales de Coordinación señalan que son cerca de 9,000. El gobierno sirio indica que más de 2,000 agentes de seguridad han muerto en la violencia.
Treinta y siete naciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Suiza, votaron el jueves a favor de una resolución para condenar las violaciones a los derechos en Siria. Entre las naciones que apoyaron esa iniciativa se encuentran Estados Unidos y varios países árabes. China, Rusia y Cuba se opusieron, mientras que India, Filipinas y Ecuador se abstuvieron.
"La comunidad internacional envía otra llamada inequívoca a las autoridades sirias para que detenga las violaciones de derechos humanos contra su población y enfrente las necesidades humanitarias urgentes", dijo la encargada de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton.
La resolución deplora "las acciones brutales del régimen sirio en los últimos 11 meses, tales como el uso de artillería pesada y tanques para atacar zonas residenciales de las ciudades y pueblos, que han conducido a la muerte de miles de civiles inocentes”.