La tecnología se convierte en arma y prueba de los activistas sirios
Las fuerzas sirias atacaron la ciudad de Douma esta semana; dispararon contra la casa del activista Mahmoud Saab, lo hirieron y luego lo colgaron del balcón de su casa. Tenía dos hijos.
Los activistas difundieron el espeluznante acto de boca en boca y por correo electrónico, además publicaron un video de 42 segundos en el que se puede ver el cuerpo de la víctima pendiendo de un edificio dañado por el fuego de la guerra. Aparentemente, el video había sido grabado clandestinamente desde un rincón en donde el camarógrafo pasó desapercibido.
Ese es uno de los miles de videos que los activistas sirios han subido a la red para documentar las acciones del régimen de Bachar Al-Assad , que ha sido desacreditado por los gobiernos alrededor del mundo por la fuerte represión que ejerce contra los manifestantes.
Los videos sobre las protestas, enfrentamientos y acciones de seguridad han supuesto una réplica del movimiento en YouTube. Las imágenes han mostrado el conflicto a otros sirios, al mundo entero y a la historia, ya que el gobierno ha impedido a los periodistas que cubran la historia libremente.
“Las redes sociales se han convertido en un poderoso medio para difundir las noticias”, declaró Rafif Jouejati, vocera de los Comités Locales de Coordinación de la oposición siria, o CLC, al referirse a la agitación que se ha vivido durante la Primavera Árabe. “La revolución egipcia se volvió una revolución de Facebook".
Luego de haberse iniciado el levantamiento en Siria la pasada primavera, los activistas se dieron cuenta de la necesidad de documentar en video la revolución para dar credibilidad a su lucha a los ojos del mundo.
Jouejati señaló que en 1982 no había Internet; en ese entonces el gobierno de Hafez Assad, padre del actual gobernante, llevó a cabo una sangrienta ofensiva en la ciudad de Hama. “Básicamente la ciudad murió de forma violenta y nadie fue capaz de verificarlo. Eso permanece bien grabado en la conciencia nacional porque otro Assad ya lo ha hecho antes. No íbamos a dejar que este Assad nos lo hiciera de nuevo”, expresó Jouejati.
En los inicios del movimiento, el régimen culpaba a “pandillas armadas” de avivar los disturbios, aseveración que los activistas siempre han considerado falsa. “Nos dimos cuenta de que había que refutar todo argumento".
Pautas para un video de denuncia
Cuando el régimen empezó a alegar que los videos de los activistas eran falsos, el CLC quiso asegurarse de que las personas que narraban los videos mencionaran la ciudad y el momento en que eran filmados. Los activistas habían sido entrenados para evitar las exageraciones, para grabar en los videos al líder de una manifestación y captar lugares fácilmente reconocibles.
Mientras el movimiento resistía, dijo, los activistas usaban sus celulares y subían los videos. Los celulares pronto se convirtieron en un identificador de los activistas de la oposición: “Si estabas cerca de una protesta, habrían echado un vistazo a tu teléfono y te hubieran arrestado. Con el tiempo, llevar un celular en un lugar cercano a una protesta se volvió ilegal”, señaló.
“Llegó un momento en que tener un iPhone era delito. De hecho se prohibieron los iPhone por unos cuantos días hasta que se violentaron los derechos de las élites”, dijo Jouejati. “En consecuencia se levantó la prohibición. Hasta Bashar Al Assad tiene un iPhone”, agregó.
La gente empezó a ingeniar usos para la tecnología, echando mano de dispositivos escondidos tales como bolígrafos con cámaras. “Aprovechamos todo lo que podemos e ideamos diversas formas de dar difusión al asunto”, dijo Jouejati.
Muchas veces los soldados del régimen graban las protestas y las masacres para luego vender los videos a los activistas. “Muchos son simplemente corruptos. Otros solo necesitan el dinero. Sin embargo, algunos quieren apoyar a la revolución”, señaló Jouejati. “Se hace todo lo humanamente posible".
Grabaciones a muerte
El premio Netizen de 2012 de Reporteros Sin Fronteras, patrocinado por Google, se otorgó el lunes a “los periodistas ciudadanos y activistas sirios”. Jasmine, una activista del CLC que reside en Canadá, aceptó el premio en nombre de las personas que “están en el terreno de batalla para lograr lo que siempre han soñado: vivir en libertad y dignidad". No se da a conocer su nombre completo por razones de seguridad.
Reporteros Sin Fronteras declaró que “los comités son virtualmente la única vía para mantener al mundo actualizado sobre la violencia que angustia al país”. Jouejati señaló que otros grupos como el Consejo Revolucionario de Homs y la Comisión General Revolucionaria de Siria también producen videos.
“Muchos están haciendo lo mismo”, dijo. “No es un signo de desunión, sino el reflejo del deseo generalizado de dar testimonio de la brutalidad del régimen. Estas personas son muy inteligentes. Internet no les es desconocido. Muchos de ellos han estado inconformes con el régimen desde mucho antes de que empezara la revolución”, agregó.
El CLC y otros grupos emiten comunicados sobre los sucesos las 24 horas del día. Los activistas del interior del país se encargan de confirmar los detalles que podrían ser utilizados en notas impresas así como en video. Por ejemplo, según Jouejati, su grupo está tratando de rastrear la información acerca de una joven de Damasco que fue arrestada luego de registrar un partido político nuevo al amparo de la nueva Constitución del régimen. El grupo pretende reunir material gráfico y buscar el video que ayude a documentar esta noticia.
“Lo crucial en este pequeño trozo de información es que Assad está implementando reformas. La gente responde favorablemente y luego es arrestada". El material no sólo se carga en el lugar, sino que se saca de contrabando hacia Jordania, Líbano y Turquía.
Dergham, un activista que opera a lo largo de la frontera con Turquía, dice que los activistas alimentan el levantamiento. Introducen asistencia médica y a periodistas, y se arriesgan contrabandeando videos.
Es posible que haya financiamiento del exterior, como los medios internacionales que se internaron ilegalmente en el país. Sin embargo, Dergham aclara que “sólo pueden confiar en ellos mismos".
Ni Dergham ni otro activista al que llamaremos HM quisieron dar a conocer sus nombres completos por razones de seguridad. “Sin duda, cada paso que damos es arriesgado, siempre estamos expuestos a ser arrestados al atravesar un punto de revisión”, declaró HM, activista de Hama.
Algunos camarógrafos sirios que han documentado los levantamientos han muerto cumpliendo con su deber . Uno de ellos fue Anas Al Tarsha, muerto en Homs hace un mes en un ataque con morteros. Otros son Rami y Basil Al Sayed, quienes también operaban en Homs, de acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas.
Al Tarsha, conocido como Anas Al Homsi, filmó “enfrentamientos y maniobras militares”, según el comité. Tenía 17 años cuando murió grabando un ataque al distrito de Qarabees en Homs.
“Las autoridades sirias han hecho todo lo posible para sofocar la cobertura noticiosa de sus acciones. Anas Al Tarsha y otros camarógrafos locales han dado sus vidas para asegurar que el gobierno sirio fracase”, señaló el grupo.
Jasmine, del CLC, dijo que “aún hay millones de historias por contar. Estuvimos hablando con la madre de tres detenidos, y nos hizo prometer que sin importar lo que suceda, no dejaremos de cubrir los eventos en nuestra amada Siria".
El periodista Omar Al Muqdad contribuyó con este reportaje.