El Vaticano investiga la filtración de documentos que hablan de corrupción
El Vaticano abrió una investigación penal extremadamente inusual sobre unas desconcertantes filtraciones de documentos delicados de alto nivel que hablan de corrupción y mala gestión en varios de sus departamentos.
La investigación, anunciada el viernes en el periódico del Vaticano, será realizada por un tribunal interno que tratará de averiguar quién filtró el material. La secretaria de Estado, que gestiona la burocracia vaticana, desarrollará una indagación administrativa por separado.
El periódico dijo que el Papa Benedicto XVI también había ordenado la formación de una "comisión de alto nivel" para que aclare el asunto.
En el escándalo, que ha empezado a ser conocido como Vatileaks , una serie de documentos delicados, incluidas cartas personales al Papa, fueron filtradas a los periódicos italianos.
Las dos investigaciones y el establecimiento de la comisión papal fueron anunciados en una entrevista con el arzobispo Angelo Becciu, vicesecretario de Estado.
Becciu denunció a los responsables de la filtración como personas cobardes y desleales que aprovecharon su posición privilegiada para dar a conocer documentos "cuya privacidad tienen la obligación de respetar".
El arzobispo dijo que el Papa estaba muy "dolido" por el caso.
Becciu también rechazó a los medios que caracterizaron a la Curia, la administración central del Vaticano, como poblada de ambiciosos clérigos más interesados en escalar en sus carreras que en servir a la Iglesia.
Las investigaciones criminales son poco comunes en la Santa Sede.
Una de las más espectaculares fue la iniciada después de que Cedric Tornay, un guardia suizo de 23 años que había sido marginado de una promoción, mató a su comandante y a su esposa antes de suicidarse. El investigador del Vaticano determinó que había actuado bajo un "ataque de locura".
Los documentos filtrados incluyen cartas de un arzobispo que fue transferido a Washington luego de revelar lo que percibía como una red de corrupción y amiguismo, un dañino memorando escrito a mano que dejó mal parado a un grupo de cardenales y documentos sobre conflictos internos en el Banco del Vaticano.
Las filtraciones comenzaron en enero, cuando una investigación de la televisión italiana transmitió cartas privadas al secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, y al Papa del arzobispo Carlo Maria Vigano, exvicegobernador de la Ciudad del Vaticano y actual embajador de la Santa Sede en Washington.
Las cartas mostraron que Vigano fue transferido después de que expuso lo que definió como una red de corrupción, nepotismo y amiguismo ligada a la entrega de contratos a compañías italianas a precios excesivos.
Como vicegobernador de la Ciudad del Vaticano desde el 2009 hasta el 2001, Vigano fue el segundo funcionario en importancia en un departamento responsable de mantener los jardines, edificios, calles, museos y otra infraestructura de la diminuta ciudad-estado, que se administra de forma separada de Roma.