La protesta minera indígena irrumpe en Quito contra el gobierno de Ecuador
La marcha liderada por indígenas en protesta contra la minería a gran escala comenzó a ingresar este jueves en la capital ecuatoriana donde también hay concentraciones en respaldo al gobierno del presidente Rafael Correa.
El ingreso de la marcha se dio en forma simultánea por el norte y sur de la ciudad de Quito y ha avanzado sin contratiempos. Simpatizantes del gobierno mantienen la denominada vigilia por la vida, que se ha concentrado principalmente en el parque El Arbolito y en la Plaza de la Independencia.
El vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció este jueves que el jefe de Estado se dirigirá a los asistentes desde el Palacio de Gobierno. Los manifestantes llegaron anoche a las puertas de Quito tras recorrer en vehículos y a pie unos 700 kilómetros.
Portando una bandera gigante con los colores del arco iris, que representa al movimiento indígena, los manifestantes llegaron hasta la localidad de Guamaní, donde pernoctaron en una escuela, para entrar en Quito este jueves, cuando se celebra el Día Mundial del Agua.
Además de oponerse a los planes del gobierno de desarrollar la minería a gran escala, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que encabeza la movilización, reclama una redistribución de tierras y del acceso al agua, entre otras demandas.
En su cuenta de Twitter, Correa escribió este jueves que "toda revolución tiene su cotrarrevolución. Qué pena que en esta se involucren ciertos compañeros indígenas, pero así es la lucha!".
Correa había acusado a los organizadores de la marcha indígena de querer "desestabilizar" a su gobierno, algo que negó el presidente de la Conaie, Humberto Cholango. "No hay ninguna desestabilización, no hay ningún intento de ruptura del orden constitucional", afirmó Cholango.
La marcha indígena comenzó con algunos cientos de participantes el 8 de marzo en El Pangui, un municipio amazónico donde se abrirá la primera mina a gran escala de la historia de Ecuador, que operará durante 25 años la empresa Ecuacorriente, de capital chino. Ese mismo día, el gobierno congregó a miles de personas en la capital en una demostración de su poder de convocatoria.