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¿Cómo se convirtió en yihadista Mohammed Merah?

El vuelco que dio el atacante de Toulouse hacia los caminos del terrorismo todavía constituye un enigma para las autoridades francesas
mar 27 marzo 2012 02:03 PM
francia
redada en Toulouse 7

Mohammed Merah tenía muchos sellos en su pasaporte, según funcionarios de inteligencia franceses. Viajó al menos a siete países de Medio Oriente y Asia Central en su camino a Afganistán en 2010.

Fue un viaje sinuoso que bien podría haber sido una metáfora para un joven en busca de un propósito e identidad. Pero también es claro que para ese entonces ya había sido expuesto a una variedad de influencias yihadistas.

El francés de 23 años murió a tiros el pasado jueves tras ser acorralado por la policía en Toulouse. Para entonces había asesinado a siete personas en una serie de ataques de armas con fuego.

A medida que surgen más detalles sobre su corta y agitada vida, los servicios franceses de seguridad investigan las influencias familiares y locales de Merah, y tratan de establecer a quién conoció durante ese viaje a Afganistán, y en otra visita de dos meses a Pakistán en 2011.

Merah nunca intentó ocultar sus viajes. Cuando estaba en Pakistán en octubre del año pasado incluso contactó con un funcionario francés de inteligencia que quería entrevistarlo sobre su anterior viaje, y dijo que estaba en ese lugar para buscar una esposa. “En cuanto vuelva, me comunicaré con usted”, dijo a su contacto, según Bernard Squarcini, jefe del DRCI, servicio de seguridad nacional de Francia.

Después de haber sido hospitalizado por hepatitis cuando regresó, Merah finalmente se sentó con los investigadores franceses, portando una memoria USB con fotografías de lo que dijo fue un viaje turístico en la región.

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Pero a medida que se desarrolló el enfrentamiento en Toulouse la semana pasada, Merah contó una historia muy distinta, jactándose ante la policía francesa que había sido entrenado por Al-Qaeda en Waziristán, la región tribal paquistaní a donde muchos yihadistas europeos han ido. Merah dijo que había sido entrenado por un instructor, y no en un campo, dado que habría sido reconocido por hablar francés. Pero también dijo que había otros militantes franceses en Waziristán, según Squarcini.

También afirmó que “los hermanos en Pakistán” le habían dado fondos, ayudándole a comprar armas para sus ataques con un valor por 20,000 euros (unos 26,600 dólares). La policía francesa cree que es más probable que él haya juntado el dinero a través de sus diversos empleos temporales y delitos menores.

Pero, ¿quién entrenó a Merah en caso de que así sucediera? ¿Fue su enmarañada confesión durante el asedio el invento de un joven producto de lo que su abogado define como muestras de una “doble personalidad"? ¿O su habilidad como pistolero indica que recibió entrenamiento en alguna parte?

“Hay que mirar su maltrecha infancia y sus problemas psiquiátricos. Para llevar a cabo lo que hizo se requiere más que un problema médico que una simple trayectoria yihadista”, dijo Squarcini al periódico Le Monde.

El largo camino a Kandahar

La odisea llevada a cabo en 2010 por Merah incluye un viaje a El Cairo, donde entonces vivía su hermano Abdelkader, así como a Turquía, Siria, Líbano, Jordania, Iraq e incluso Israel, en donde según las autoridades francesas fue brevemente detenido y curado de una herida por la policía. Las autoridades israelíes no han confirmado que él estuviera en ese país.

Las autoridades francesas dicen que Merah ingresó en Afganistán en el otoño de 2010, a través de su frontera norte con Tayikistán, y viajó hacia el sur hasta el corazón talibán, en Kandahar.

Fue entonces cuando apareció por primera vez en el radar de los servicios de seguridad de Francia, según Squarcini, quien dijo a Le Monde que Merah fue detenido en un retén mientras viajaba con un grupo de afganos en noviembre de 2010. Fue trasladado a la custodia estadounidense y puesto de regreso a Kabul en un avión, para finalmente regresar a Francia el 5 de diciembre de 2010.

Las autoridades francesas no han dado a conocer públicamente ninguna prueba de que Merah desarrolló vínculos con Al-Qaeda u otras organizaciones terroristas durante sus dos viajes. Tampoco tiene hasta ahora ningún video que dé “pruebas de entrenamiento” en el que aparezca Merah, aunque dichas pruebas a veces tardan varios meses en darse a conocer.

Sin embargo, Richard Barrett, coordinador del Comité de Sanciones de la ONU para Al-Qaeda y el talibán, dijo a CNN que había indicios de que Merah parecía haber tenido contactos con militantes en la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán. Y Le Monde citó a fuentes de seguridad cuando dijo que él pudo haber estado en contacto con el Movimiento Islámico de Uzbekistán.

¿Es posible que durante tan sólo unas cuantas semanas en Pakistán Merah se haya convirtido en un yihadista bien entrenado? Existen precedentes. Adis Medunjanin, ciudadano estadounidense de origen bosnio, y quien irá a juicio el próximo mes por un complot terrorista de Al-Qaeda en 2009 contra Nueva York, pasó solamente un mes en Pakistán. Según sus supuestos cómplices, Najibullah Zazi y Zarein Ahmedzay, el trío se relacionó con Al-Qaeda y fueron entrenados y dirigidos para realizar una trama en contra de Estados Unidos. Zazi y Ahmedzay se han declarado culpables de la trama.

Un documento encontrado el año pasado en Berlín a un presunto integrante de Al-Qaeda de nacionalidad austriaca, el cual las autoridades alemanas creen que fue escrito por un veterano integrante de Al-Qaeda, recomendaba que los combatientes extranjeros deben ser entrenados velozmente y enviados de regreso a sus países de origen para mejorar la capacidad del grupo y así atacar con regularidad a Occidente, según Yassin Musharbash, reportero del periódico alemán Die Zeit.

Una familia con conexiones yihadistas

El camino de Merah hacia el radicalismo sigue siendo incierto, pero parece haber sido influenciado por conexiones familiares. Su madre está casada con Sabri Essid, integrante de una red de Toulouse que intentó reclutar combatientes para unirse a Al-Qaeda en Iraq. Essid fue sentenciado en un tribunal francés en 2009, después de haber sido detenido en Siria en 2006, en donde estaba a cargo de una casa de seguridad perteneciente a Al-Qaeda.

Según funcionarios franceses de seguridad e inteligencia, Merah intentó visitar en 2008 a su padrastro en la cárcel y le envió dinero. Su hermano Abdelkader también era sospechoso de implicación en la misma red, aunque no recibió sentencia. Ahora ha sido acusado de complicidad en la reciente serie de asesinatos.

Un alto funcionario antiterrorista belga dijo a CNN que se enteró por primera vez de Abdelkader Merah durante una investigación conjunta con la policía francesa sobre una red yihadista de reclutamiento en Bruselas, en 2008. La red enviaba militantes belgas y franceses a El Cairo en camino a unirse con los militantes en Iraq, y también podría haber conectado a europeos con grupos yihadistas en la región fronteriza de Afganistán y Pakistán.

Mientras vivía en El Cairo, Abdelkader Merah fue asociado con militantes, dijo el funcionario, pero la investigación no dio lugar a acusaciones en su contra. Los investigadores ahora están observando más de cerca el tiempo que Mahoma Merah pasó con su hermano en Egipto.

También es posible que Mohammed Merah se haya radicalizado mientras cumplía en Francia una pena de 21 meses en la cárcel por robo. Dijo a la policía durante el enfrentamiento que se había aprendido el Corán en la cárcel.

Parece que en algún momento Merah desarrolló conexiones con Forsane Alizza, un grupo a favor de Al-Qaeda en Francia con un puñado de seguidores en Toulouse. El grupo fue prohibido en enero de 2012 por alentar a los ciudadanos franceses a viajar a Afganistán para combatir en la yihad.

Según un análisis realizado por el Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización, el grupo cuenta con entre 30 y 100 integrantes de pleno derecho y varios miles de seguidores en internet. Tras la prohibición, su líder Mohamed Achamlane advirtió que “es posible la lucha armada” debido a que la sociedad francesa se hizo vez más hostil al Islam.

¿Una conexión en Asia central?

La única, y poco probable, adjudicación que hasta ahora se ha hecho por los ataques con arma de fuego llevados a cabo por Merah ha venido de un grupo terrorista centroasiático recién formado, el Jund al Khilafah (JaK).

“Le pedimos a Alá que acepte a uno de los caballeros del islam, nuestro hermano Yusuf al-Firansi (el francés), salido de una operación que sacudió los cimientos de la cruzada sionista”, según una publicación en línea de la traducción hecha por SITE, grupo que rastrea en internet a organizaciones terroristas.

Algunos funcionarios de contraterrorismo se muestran escépticos ante dicha adjudicación. “Parece altamente oportunista”, dijo Barrett,  coordinador del Comité de Sanciones de la ONU para Al-Qaeda y el talibán.

Jacob Zenn, analista de la Jamestown Foundation, y que ha investigado a JaK, dijo a CNN que el grupo tiene antecedentes, desde su fundación en septiembre de 2011, de atribuirse rápida y creíblemente la responsabilidad por ataques en Kazajstán.

“JaK tiene un historial de hacer afirmaciones muy relevantes y actuales”, por lo general dentro de un periodo de 48 horas después de los ataques, dijo Zenn a CNN. El grupo, aseguró, había proporcionado información precisa sobre ataques, antes de que la información fuera disponible de manera pública.

Aunque se piensa que el grupo es responsable de varios ataques contra fuerzas de seguridad en 2011, entre ellos la primera inmolación en el país, así como ataques con armas y granadas, este año aún no ha lanzado un ataque en Kazajistán.

Zenn dijo que la supuesta adjudicación de responsabilidad que publicó JaK el jueves fue de forma muy parecida a otras publicadas por el grupo. No obstante, advirtió que sería un territorio totalmente nuevo para el grupo el realizar un ataque en Francia, y que la organización no tenía antecedentes conocidos de atraer a agentes terroristas occidentales.

El pasado otoño, JaK se adjudicó la responsabilidad de varios ataques en Kazajstán, entre ellos un atentado fallido en octubre en Atyrau, un poblado petrolero cerca de las orillas del Mar Caspio.

Zenn cree que es posible que la represión llevada a cabo por los servicios de seguridad de Kazajstán haya llevado a varios de los miembros de la organización al relativamente seguro refugio de la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán. Dice que es posible que Merah se haya encontrado con los yihadistas en su viaje por Asia Central. Sin embargo, Jak no era conocido públicamente cuando Merah visitó la región.

La huella de JaK en la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán posiblemente es pequeña, dijo Zenn. “Existen informes de que no más de 30 de sus integrantes están en FATA (los territorios tribales de Pakistán) y es posible que se hayan integrado a un grupo más grande, como el IMU (el Movimiento Islámico de Uzbekistán)”, dijo a CNN.

El IMU, aunque no directamente responsable de tramas terroristas contra Occidente, parece haber forjado estrechos vínculos con Al-Qaeda y con el talibán paquistaní en los últimos años, según funcionarios occidentales de contraterrorismo. Un importante número de militantes alemanes se han unido a sus filas, entre ellos varios implicados en un complot de Al-Qaeda para atacar a Europa a finales de 2010.

Hasta donde se sabe, Merah no hizo referencias a algún grupo centroasiático durante su enfrentamiento con las autoridades.

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