Seis premios Nobel de la Paz piden que se abra un diálogo por las Malvinas
Seis premios Nobel de la Paz han pedido el primer ministro británico, David Cameron, que mantenga abiertas las conversaciones con Argentina sobre el futuro de las Islas Malvinas/Falkland.
La carta, publicada en la página web del premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, pide a Cameron "revisar la posición del gobierno británico de negarse a dialogar sobre este asunto".
Con el próximo aniversario de la guerra entre Gran Bretaña y Argentina por las islas en el Atlántico Sur, las tensiones han ido en aumento.
A pesar de que la invasión argentina de abril de 1982 no tuvo éxito, el gobierno de Buenos Aires aún reclama las islas, que son el hogar de más de 3,000 personas, la mayoría de ellos de origen británico.
La carta de los premios Nobel refiere a una resolución de la ONU de 1965 que insta a ambos países a proseguir sin demora las negociaciones para encontrar una "solución pacífica al problema".
Sus autores dicen que la negativa de Gran Bretaña de cumplir con la resolución y entrar a las negociaciones, el mantenimiento de una base militar en las Malvinas, y sus recientes maniobras militares aeronavales en la zona "ponen en serio riesgo la paz y la convivencia de esta parte del mundo".
Los galardonados que firman la carta son Rigoberta Menchú, de Guatemala; Mairead Maguire, de Irlanda; de Sudáfrica, Desmond Tutu; la estadounidense Jody Williams; y Ebadi Shirin, premio Nobel iraní.
Pero el primer ministro británico David Cameron ha insistido en que le corresponde a la población de las Islas Malvinas determinar su destino, no al gobierno británico o argentino.
En un artículo publicado en el diario The Times en enero, el secretario de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, también dijo que el caso corresponde a los habitantes de las Falkland y su derecho a la libre determinación. "Solo los isleños pueden ser los dueños de su futuro", precisó.
El ministro Hugue dijo que Argentina buscó presentarse razonablemente, pero que los gobiernos recientes del país sudamericano han tenido "un enfoque menos constructivo" en los debates sobre otras cuestiones , como la pesca y la exploración petrolera de la zona.
Y agregó: "Gran Bretaña siempre ha estado abierto a las discusiones con Argentina, y, por supuesto, sigue siendo el caso... Pero nunca vamos a negociar la soberanía sin el consentimiento de los isleños".
El mes pasado, Argentina se quejó ante Naciones Unidas por lo que llamó la militarización de la región por parte de Gran Bretaña.
Se prohibió a los buques de las Malvinas anclar en sus puertos, una acción conjunta con otros países de América del Sur y el Caribe.
El reciente despliegue del príncipe Guillermo en las Malvinas , en su papel de piloto de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea Real, así como la decisión británica de enviar un nuevo buque de guerra a la zona, pudo haber alimentado las emociones argentinas.
Las Malvinas, que recaudan sus propios impuestos pero se basan en Gran Bretaña para la defensa y política exterior, son uno de los 14 Territorios Británicos de Ultramar, y han estado bajo dominio británico desde 1833.