La primera huelga general en España contra Rajoy deja más de 100 heridos
La primera huelga general contra el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, fue empañada por arrestos y heridos, en una protesta con cientos de miles de participantes de todo el país contra las medidas económicas aplicadas por el ejecutivo.
Desde la medianoche del jueves, los principales sindicatos españoles iniciaron el octavo paro general contra la reforma laboral aprobada en febrero de este año y contra los ajustes de austeridad en el gasto público.
La manifestación, que se da a 100 días del inicio del mandato de Rajoy, registró una participación del 77% (el 97% de los trabajadores de la industria, los transportes y la construcción y el 57% en la Administración pública). Los secretarios de organización de la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), principales sindicatos del país, calificaron el dato como "muy positivo" y un "éxito”.
El gobierno español informó la tarde de este jueves que el impacto de la huelga había sido “muy moderado” y que la actividad económica resultó menos afectada que en manifestaciones anteriores.
La jornada causó más de 100 heridos; 58 de ellos agentes de seguridad y 46 civiles. Además, 176 personas fueron detenidas en diversos incidentes, sobre todo en la protesta de Barcelona, según detalló la directora general de Política Interior, Cristina Díaz. La cifra rebasa la de la última huelga general, en septiembre de 2010, contra el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se detuvo a un centenar de manifestantes.
Para enfrentar la huelga, las autoridades españolas prepararon un dispositivo policial de 42,000 agentes, el 70% de la plantilla.
Ya por la tarde, cientos de miles de manifestantes marcharon por ciudades de todo el país al grito de lemas como: “No a la reforma laboral. No paz, no pan”, “Mariano, no llegas a verano”.
"El Gobierno no escucha a los españoles, ya han avisado que no cambiarán la reforma laboral independientemente de la huelga general", dijo durante la marcha Cándido Méndez, histórico líder sindical. “No tenemos oportunidades laborales que no sean precarias”, aseguraba Sara España, periodista de 27 años, otra de las participantes a la cita de Madrid. “A mí me duele mucho que los derechos que conseguimos con mucha lucha los trabajadores se vean coaccionados con negociaciones colectivas forzosas”, dijo Manuel Martin Parra, exfuncionario madrileño.
Las consecuencias del paro
La repercusión en los servicios ha sido menor a las registradas en la última huelga general, en septiembre de 2010, de acuerdo con Díaz. El descenso eléctrico se situó en un 16.7%, un dato que en 2010 registró un descenso del 18.3%", según datos de la Red Eléctrica de España citados por la funcionaria.
El Ministerio del Interior señaló que el transporte público operaba de forma casi normal en Madrid y Barcelona, pese a que algunos transeúntes madrileños dijeron que esperaron casi dos horas para poder utilizar el servicio.
Algunos servicios de transporte que normalmente operan con intervalos de cinco minutos, llegaban cada 30 minutos a recoger pasaje, de acuerdo con un empleado municipal que pidió guardar el anonimato.
El sindicato UGT señaló que los centros de distribución de insumos para los grandes supermercados resultaron afectados. En cuanto a los sectores económicos, el industrial fue el de mayor seguimiento de la huelga.
Las reacciones
Los sindicatos han realizado diversas protestas por España durante este mes, algo que según analistas alentó a los trabajadores a convocar la huelga general. El gobierno afirma que las últimas reformas laborales son necesarias para dar flexibilidad a los puestos de trabajo y simplificar las reglas para los empleadores, pero los sindicatos consideran que solo será más sencillo y barato despedir a los trabajadores.
"Lo que nos preocupa es dar oportunidades a las cinco millones de personas que están paradas. La reforma laboral ha tenido un amplio respaldo en el Congreso, por tanto es una norma que ha sido convalidada por las Cortes", dijo este jueves la titular del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez.
"La huelga es el medio para conseguir nuestro fin: que el gobierno modifique la reforma laboral que ahonda en la recesión económica y abra una nueva negociación", según Méndez. Fernández Toxo advirtió que, "si no se reconduce la norma, habrá conflicto social creciente hasta que se rectifique". La ministra respondió que el gobierno está dispuesto al diálogo.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal partido de la oposición, expresó "su solidaridad con los trabajadores" a través de un comunicado leído por su vocera en la cámara de Diputados, Soraya Rodríguez. Dijo que no respalda la huelga, aunque considera que la reforma laboral "constituye una agresión para los trabajadores".
Por qué ahora
La huelga general ocurre un día antes de que el gobierno dé a conocer su presupuesto para 2012, que está destinado a reducir en 5.3% el déficit del Producto Interno Bruto este año y un 3% el próximo año, para cumplir con los requerimientos de la Unión Europea. La convocatoria se produce luego del reciente revés que sufrió el Partido Popular en las elecciones autonómicas en Andalucía y Asturias, el 25 de marzo.
El desempleo en España ronda el 23% en términos generales, con cerca del 50% en el segmento de los jóvenes. Casi 5.3 millones de españoles están sin trabajo.
Ante este panorama, Rajoy defiende la reforma laboral. "Está hecha para crear empleo y que no haya tres millones de despidos", dijo recientemente. "Tenemos la conciencia tranquila, son medidas justas y equitativas".
Respecto a las medidas de austeridad, el gobierno aprobó recortes por 20,000 millones de euros y aumentos de impuestos para reducir el déficit, y se espera que este viernes se anuncie otro paquete similar o mayor.
La última huelga general de septiembre de 2010 ya protestó contra los recortes de Zapatero. Esa huelga afectó a la industria y al transporte, pero la mayoría del país fue a trabajar, y muchos analistas vieron una especie de empate entre el gobierno y los sindicatos.
Ana M. Sánchez y Al Goodman contribuyeron con este reporte.