El presidente colombiano exige la liberación del resto de rehenes
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, felicitó a las familias de las 10 personas que fueron liberadas este lunes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una operación en la que participó el gobierno de Brasil y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Desde Bogotá, el mandatario mencionó que otros cautivos nunca regresaron a la libertad o perdieron la vida , casi todos en represalia de las FARC por reales o supuestas operaciones de rescate de las fuerzas de seguridad.
“Sin duda, es un paso en la dirección correcta, y un paso muy importante. Pero, como lo dijimos cuando se hizo el anuncio inicial, que espero además que cumplan, no es suficiente”, indicó Santos.
Este lunes las FARC realizaron la entrega de 10 personas secuestradas "en una zona rural entre los límites de los departamentos del Meta y Guaviare", según anunció poco después la portavoz de la Cruz Roja, María Cristina Rivera.
Los liberados son los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcía, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina, todos ellos secuestrados entre 1998 y 1999.
“Saludamos con emoción a los liberados y felicitamos de corazón a sus familias. Compartimos su alegría”, dijo el presidente colombiano. Agregó que la excarcelación de los rehenes acelera la marcha para acabar con las FARC y sobre todo el compromiso por parte de la guerrilla colombiana de no volver a secuestrar.
El presidente dijo que no sólo son los políticos, militares y policías los que tienen la expectación por ser liberados , sino también los 500 civiles que siguen en manos de las FARC: “Como estos casos, hay cientos de familias que no saben el paradero de sus seres queridos que fueron secuestrados”, declaró.
Santos sostuvo que no basta con dejar de secuestrar: hay que liberar a los rehenes civiles que siguen en su poder, y hay que dar cuenta a las familias de todos y cada uno de ellos. “El país y el mundo en general reclaman la libertad de todos los secuestrados”, afirmó el mandatario colombiano.
Mientras tanto 10 familias colombianas esperaron por la liberación de sus familiares que aterrizaron en el poblado de Villavicencio en un helicóptero del gobierno de Brasil, en donde venían representantes del gobierno y de la Cruz Roja Internacional junto con los excarcelados.
Gloria Marin de Duarte es esposa del oficial de policía, Carlos Duarte, quien habló con CNN sobre el proceso de liberación de los rehenes en manos de los rebeldes: “Estamos felices porque ya los tenemos en nuestros brazos y es muy seguro que no los soltaremos nunca más”
Marin dijo que fueron 14 años de espera por los que pasaron y que muchos episodios de la vida familiar quedaron perdidos durante el secuestro de Duarte: “Mi primera impresión de cuando lo vi fue: estamos aquí, estamos aquí, no nos volveremos a separar nunca lo abracé fuerte y lloré”.